Una película deliciosa

14/01/2022

Miguel Ángel Valero. La obra de Eric Besnard se inspira en la fundación del primer restaurante del mundo por Pierre Manceron, en vísperas de la Revolución Francesa.

‘Délicieux’ (‘Delicioso’) es una película dirigida por Eric Besnard (que comparte el guión con Nicolas Boukhrief) y protagonizada por Grégory Gadebois, Isabelle Carré y Benjamin Lavernhe que se inspira en la fundación del primer restaurante del mundo, en vísperas de la Revolución Francesa.

Se podrá discutir si es o no el primer restaurante del mundo, título que en España se concede a Casa Botín, fundada como hostería en Madrid en 1725 por un ciudadano francés, Jean Botin. Pero no que es una película deliciosa. Y un nuevo acierto de A Contracorriente Films al empezar 2022 con esa obra en las salas de cine.

La obra entronca con esos manjares del cine gastronómico que son ‘El festín de Babette’ (Gabriel Axel, 1987), ‘Comer, beber, amar’ (Ang Lee, 1994), ‘El chef enamorado’ (Nana Ojordjadze, 1996) o ‘Vatel’ (Roland Joffe, 2000). Como éstas, ‘Delicioso’ gusta al paladar más exigente, gracias a un guión bien cocinado y a una apetitosa puesta en escena, y al toque magistral de la música, y también de la fotografía (un magistral Jean-Marie Dreujou: las manos elaborando un plato están llenas de arte y de color hasta tal punto que despiertan el apetito.) y un aperitivo romántico con su punto de intriga.

Es la historia de Pierre Manceron, amante de la cocina popular, frente a su jefe, el duque de Chamfort. Para la aristocracia que no vislumbra todavía que va a perder sus privilegios, la cocina es clave para tener éxito social. La nobleza usa las exquisiteces de la mesa, frente a la hambruna que sufre el pueblo llano y que termina desembocando en la Revolución de 1789.

El problema de Manceron es que crea un manjar, que llama el delicioso y que da título a la película, que es rechazada por invitados del duque por estar hecha de patata, algo más propio del pueblo llano, que bastante tiene con llenarse la panza como sea, que del fino y exigente paladar de la nobleza.

Es despedido por no disculparse y se refugia en una posada, donde aspira a tratar a cada cliente con un menú individual, cuando en aquella época esos establecimientos solamente ofrecían el marmitón como plato único para tratar de engañar al hambre del viajero.

La película está acaparada por Grégory Gadebois e Isabelle Carré. Se nota que son actores que proceden del teatro. Y sobre todo se puede comprobar que la química es real. Como la película, deliciosa.

¿Te ha parecido interesante?

(+3 puntos, 3 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.