Retirada gradual de las medidas de apoyo adoptadas durante la pandemia para evitar un tsunami de quiebras de empresas. Y, en cambio, aceleración de la transformación digital y de la transición ecológica. Son los dos mensajes del Eurogrupo (la reunón de ministros de Economía de la Eurozona), a partir de un documento elaborado por la Comisión Europea: “El apoyo debe suspenderse gradualmente tomando en cuenta la evolución de la pandemia y la situación económica”, pero con cautela para no dañar a las empresas viables ni a la financiación de la economía por parte de la banca, ni al sector público.

En la misma línea, el 18 de enero el Ecofin (ministros de Economía de la UE) defenderá “mantener una posición fiscal de apoyo moderado en toda la zona euro”.

La Comisión Europea quiere que las ayudas se concentren “en inversiones que promuevan una recuperación sostenible e incluyente, y coherente con las transiciones verde y digital”. Y se centren en empresas que eran viables antes de la pandemia, pero que operan en sectores muy afectados coyunturalmente por la situación: comercio, el turismo, la cultura o el deporte.

Para ello, defiende el establecimiento de mecanismos que permitan “seleccionar las empresas viables”: indicadores del estado de la compañía antes de la crisis sanitaria, como sus ingresos en comparación con otras compañías del mismo sector, sus retrasos en el abono de impuestos o las reestructuraciones de deuda acometidas hasta entonces. O condicionar las ayudas a un requisito de cofinanciación.

El presidente del Eurogrupo, el irlandés Paschal Donohoe, propugna “pasar de un apoyo generalizado a un apoyo más focalizado” y una reforma de los procesos nacionales de liquidación de empresas

Para la vicepresidenta primera del Gobierno español y ministra de Economía, Nadia Calviño, «es muy importante evitar una retirada prematura de los estímulos y la política monetaria y fiscal que hemos venido desarrollando para responder a la pandemia”.

En la Comisión Europea recuerdan la crisis financiera internacional de 2007-8, iniciada por el desplome del mercado de hipotecas subprime en EEUU. La imposición prematura de medidas de austeridad provocó una segunda recesión, y la Eurozona, que crecía prácticamente al mismo ritmo que EEUU, perdió el tren de la formación de capital fijo, que «tardó casi 10 años en recuperar el nivel previo». Ahora, EEUU saca ventaja en la recuperación a los niveles existentes antes de la pandemia.

El Eurogrupo constata la buena evolución del empleo, mientras la Comisión Europea resalta la necesidad de poner el foco en la formación de los trabajadores para que puedan hacer frente a los cambios estructurales en el mercado laboral y que se han acelerado con la pandemia. Sin olvidar la necesidad de proteger a los asalariados con menos ingresos”. Entre las medidas recomendadas, “promover salarios mínimos adecuados, al tiempo que se preserva la competitividad y la creación de empleo”.

Nadia Calviño barre para casa: «La valoración preliminar de la Comisión Europea sobre la reforma laboral española es positiva», por lo que espera «que se produzca esa convalidación en el Parlamento en las próximas semanas con el apoyo más amplio posible de todos los grupos políticos», lo que mete presión al PP de Pablo Casado, enrocado en no apoyarla.

El debate de las reglas fiscales

El Eurogrupo, y mañana, el Ecofin también tienen  sobre la mesa el pacto de estabilidad, las reglas fiscales, suspendidas por la pandemia. El ministro de Finanzas de Alemania, Christian Linder, resalta la «importancia de las reglas fiscales» y cree que ya ha llegadio «el momento de construir un colchón fiscal otra vez», en su estreno en el Eurogrupo. Al mismo tiempo, marca límites a esas reglas: «Necesitamos solidez en el sector privado y en el sector público. Estoy a favor de reducir la deuda pública. Es uno de los detalles que faltan para completar la unión bancaria».

El ministro francés de Economía y Finanzas y nuevo presidente del Ecofin, Bruno Le Maire, defiende «un pacto para el crecimiento»,. porque «el crecimiento viene antes que la estabilidad, el crecimiento sostenible, justo es indispensable para todos los ciudadanos europeos». Pero admite que «cada Estado miembro debe comprometerse a respetar las reglas para que el crecimiento sea sostenido».

El duelo está servido. Austria, Países Bajos, los países nórdicos y Alemania dan prioridad a la consolidación fiscal. Francia, España, Italia y Portugal reclaman flexibilidad y un marco que estimule las inversiones en las transiciones verde y digital.

Para Nadia Calviño «no tiene sentido volver a aplicar sin más las reglas prepandemia, necesitamos abordar importantes inversiones públicas y fomentar también la inversión privada en un marco fiscal adecuado a nivel europeo».

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asegura, delante del canciller alemán Olaf Scholz, que las reglas fiscales de la Unión Europea son «demasiado complejas y difícilmente cumplibles». Scholz responde que «el pasado ha mostrado que cuando resolvemos conjuntamente los problemas económicos en la UE es cuando mejor nos va, y el pacto de estabilidad nos ha dado el marco necesario para el fondo de recuperación».

«Europa caminará de la mano y eso se hace sobre la base del pacto de estabilidad que nos ha servido de marco para operaciones tan dramáticas y que también nos ayudará en el futuro a hacer lo correcto».