Los propietarios de La Vanduca acaban de abrir su segundo local junto a la plaza de Chamberí (Santa Engracia, 41). El nombre del local, Santancha, precisamente es un juego de palabras entre ambos enclaves. El restaurante apuesta por un ambiente luminoso y acogedor, dispone de amplias cristaleras y ofrece una carta desenfadada en la que las medias raciones y los platos para compartir son los grandes protagonistas. ¿Lo mejor? Sus precios -más que asequibles- y buena materia prima. Su filosofía es ofrecer raciones y tapeo de calidad para todos los bolsillos; y lo consiguen.

La carta es informal, especialmente pensada para compartir a través de sus medias raciones (muy generosas) y en la que no faltan las propuestas más exitosas de su primer local, junto a un apartado especial de fines de semana, de inspiración estacional. Santancha ofrece un gran producto (todas las carnes son de Discarlux). Entre los entrantes, se pueden pedir los langostinos en tempura con su toque de salsa picante; el tiradito de salmón ahumado con salsa de cítricos y cebolla frita; el falso risotto de carrillera al vino tinto con parmesano; la tosta de matrimonio de anchoa y boquerón con salmorejo o las croquetas de carrillera. Los amantes de la carne deberán probar su nuevo pepito de solomillo de vaca en pan brioche o la hamburguesa de la casa, con huevo frito, lascas de parmesano y una salsa de vino.

Otros de los bocados más demandados son las croquetas caseras de jamón o las típicas las bravas; sus dos minihamburguesas (con mayonesa de trufa o de chipotle); los dados de solomillo con ajitos -la carne es pura mantequilla-; o los huevos con patatas, panceta y trufa. En temporada, es imprescindible probar sus ensaladas de tomate Ibériko (aliñado o con ventresca, aguacate y cebolleta) y las alcachofas confitadas con yema de huevo y jamón crujiente. Los fines de semana, a partir del viernes, ofrecen un apartado de platos más especiales, con guiños a la temporada. Entre las propuestas destacan unos estupendos mejillones; huevos rotos con gambón al ajillo y trigueros; los chipirones a la plancha con ajillo y cebolla caramelizada; los berberechos salteados al vapor y la cazuelita de alubias con chorizo, morcilla y piparras. Para terminar con un broche dulce hay que elegir su torrija caramelizada y la tarta de limón con merengue. Otras opciones golosas son la tarta de chocolate, la fina de manzana al horno o el tarrito de toffee con galleta de Oreo.

Y atención porque también tienen menús del día, de lunes a jueves por 17,50 euros que incluye primero, segundo, bebida, y postre o café. La carta de vinos se centra en las principales denominaciones de origen de España: Rioja, Ribera del Duero, Madrid, Extremadura y Rías Baixas. Santancha se suma a la tendencia del afterwork y dispone de una selección de copas, con opción de marcas premium por dos euros más, así como de algunos cócteles.

El restaurante tiene dos plantas, ambas con una decoración muy colorida y alegre: una a pie de calle con barra y mesas (varias de ellas, altas) y un bonito comedor en la zona superior con vistas a la siempre animada plaza de Chamberí. En definitiva, nos encontramos ante apertura muy interesante para quedar con la familia y amigos, y comer bien en un ambiente muy cuidado sin que se resienta la cartera, por unos 35 euros por comensal de ticket medio.