Los accidentes laborales aumentaron un 18% el año pasado con respecto a un año atrás. Se trata de un gran incremento que hay que analizar con “prudencia”, según Comisiones Obreras (CCOO), teniendo en cuenta el bajón de actividad de 2020, el primer año de la pandemia.

Aun así, hay datos que llaman la atención. En primer lugar, el sector de la sanidad y servicios sociales, única rama de actividad que vio incrementar la incidencia de las bajas en 2020, vuelve a padecer nuevos incrementos de las bajas en relación con el número de ocupados, en una proporción incluso mayor.

Si en 2020 las bajas crecieron un 9,2% en la sanidad por cada 100.000 ocupados; el año pasado se dispararon un 11,9%. Y ello a pesar de que los partes por Covid se han reducido en este ámbito “gracias a la eficacia de la vacunación”, apuntan desde el sindicato.

Efectos colaterales de la campaña inspectora

Otro dato interesante tiene que ver con los trabajadores del campo. El agrícola es un sector especialmente golpeado por el trabajo irregular. Y donde la Inspección de Trabajo realizó en 2021 una campaña destinada a atajar las irregularidades en la contratación.

Pues bien, en 2021, los accidentes mortales en el sector agrícola descendieron un 38,2%; seis veces más que en el conjunto de sectores.

Una caída en la incidencia que, desde CCOO, interpretan como resultado de una campaña de la Inspección de Trabajo contra la contratación irregular en este sector. “Una acción inspectora no enmarcada en la salud y seguridad en el trabajo, pero que ha tenido consecuencias preventivas”, remarcan.

Los números de la siniestralidad laboral están muy condicionados por la pandemia. Todavía con resultados provisionales, las cifras de 2021 se comparan con las de año anterior, un año insólito por el bajón para la actividad que supuso la pandemia, y que distorsiona toda comparación.

El año pasado, se produjeron más de 570.000 accidentes con baja; casi un 18% más que un año atrás. El mayor crecimiento se produjo en los desplazamientos al trabajo, tras la recuperación de la movilidad en 2021, que disparó por encima del 30% las bajas por este motivo.

También se notó la vuelta a la actividad, especialmente en algunos sectores. Y repuntó con fuerza el número de accidentes por cada 100.000 personas en la hostelería, más de un 35%; muy por delante de otros sectores, como la sanidad y los servicios sociales, donde esta incidencia creció casi un 12%.

Se trata del segundo año consecutivo en que crece la incidencia de los accidentes de trabajo en la sanidad, después de que en 2020 fuera el único sector donde creció.

Para CCOO, este dato demuestra “el deterioro de la condiciones de trabajo” en sanidad y servicios sociales “durante los dos años de pandemia”, que “todavía persiste”.

Más de 700 muertos en el tajo

En cuanto a los accidente mortales, el año pasado murieron 705 personas en el trabajo, tres menos que un año atrás, a pesar del incremento de las muertes “in itinere”, esto es, durante los desplazamientos al trabajo.

Sin embargo, un cambio metodológico aconseja extremar la “prudencia” también en este ámbito de los accidentes mortales, apuntan en CCOO, desde donde advierten que el número de muertes aumentara “considerablemente” cuando dentro de unos meses se ofrezcan los datos consolidados; ya que desde 2019 la definición de accidnete mortal incluye los fallecimientos producidos durante los doce meses posteriores a causa del accidente.

A pesar de ser un año especialmente anómalo, las muertes en el tajo en el sector agrario se elevaron casi un 70% en 2020; en tanto que bajaron en la construcción, el sector que tradicionalmente lideraba la fúnebre estadística.

El sector agrario es “el que experimenta una mayor oscilación en su incidencia de un año para otro (de +68,9 a -38,2%), fenómeno en el que sin duda, y entre otras causas, existe una relación con la campaña contra el fraude en la contratación en el sector que ha desarrollado en 2021 la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social”, reiteran desde CCOO.