VIU observa grandes diferencias en las economías europeas

15/02/2022

Beatriz Irún (VIU). Francia registra el mayor crecimiento en cinco décadas, pero debe afrontar su desempleo aunque parece controlar mejor la inflación.

El PIB es uno de los indicadores económicos principales, junto con la tasa de desempleo e inflación, y sirven para describir una economía. Hoy se han publicado los datos de la zona Euro: un crecimiento de PIB de 5,2%. Este dato en sí explica que es positivo y, por tanto, vamos poco a poco saliendo de las malas cifras obtenidas en prácticamente todos los países en el año 2020, cuando empezó la pandemia. Recordemos que una de las pocas excepciones fue la economía china cuyo PIB creció en ese ejercicio por encima del 2% (mientras Europa se contrajo un 6,4% y la economía española fue la que más decreció, un 10,8% en términos de PIB, seguida en la Eurozona por Grecia, Italia, Portugal y Francia).

Sobre la situación en el resto de países europeos

Pero si entramos más a fondo a analizar la zona euro, llena de retos conjuntos y también diferencias entre los 19 países que tenemos el Euro como moneda del total de los 27 países miembros de la Unión Europea, observamos grandes diferencias en el comportamiento de nuestras economías. Francia, con un crecimiento de PIB del 7%, en 2021, el mayor en cinco décadas aunque había decrecido un 7,4% en 2020, por lo que parece que vuelve a encauzar su economía, sigue teniendo que afrontar los retos de su tasa de desempleo, 7,4%, aunque parece controlar mejor la inflación, un 2,9%. Alemania, principal productor y exportador, presenta una ralentización de su economía con un crecimiento de PIB del 2,8%, sigue con baja tasa de desempleo, 3,2% aunque debe controlar la inflación, 4,9%. Y en cuanto a España, nuestro crecimiento de PIB está en línea con la media de la Eurozona, aunque los grandes retos pasan por bajar la tasa de desempleo, 13%, así como el control de la inflación, 6,1%.

Sobre el PIB en China

Comparando con otras economías, el PIB de China en 2021 creció un 8,1 %, según la Oficina Nacional de Estadística del Gobierno chino. Pero China es una economía política formada por muchas realidades dentro de sus provincias y zonas administrativas especiales. El PIB de la provincia de Guangdong, en el Sur de China, sigue registrando un crecimiento del ocho por ciento año tras año desde hace más de tres décadas, y mantiene su liderazgo en contribución al PIB nacional. El PIB de Jiangsu alcanzó los 11,64 billones de RMB (aproximadamente 1,80 billones de dólares estadounidenses). El PIB de Shandong alcanzó 8,31 billones de RMB (aproximadamente 1,29 billones de dólares estadounidenses). El PIB de Zhejiang superó los 7 billones de RMB (aproximadamente 1,09 billones de dólares estadounidenses), y el PIB de Henan se acercó a los 6 billones de RMB (aproximadamente 0,93 billones de dólares estadounidenses), ocupando el quinto puesto del total nacional.

En 27 provincias de China su PIB superó el billón de RMB (aproximadamente 0,16 billones$). En términos del crecimiento económico registrado por todas las provincias en 2021, Hubei lideró la recuperación de China, logrando una tasa de crecimiento del PIB del 12,9 % en comparación con 2020. Seguida de Hainan y Shanxi con tasas de crecimiento del PIB del 11,2 % y el 9,1%, respectivamente. Con los esfuerzos continuos de China para convertir la isla de Hainan en un puerto de libre comercio de influencia mundial, es previsible que en los próximos años Hainan pueda marcar el comienzo de la etapa de desarrollo más rápida de la historia.También otras regiones superaron la tasa de crecimiento del PIB nacional del 8,1 %: Jiangxi (8,8 %), Jiangsu (8,6 ), Beijing (8,5 %), Zhejiang (8,5 %), Shandong (8,3 %), Anhui (8,3 %), Chongqing (8,3 %) y Sichuan (8,2 %). Tanto el PIB de Shanghái como el de Guizhou aumentaron un 8,1 por ciento, en línea con los datos medios nacionales.Shandong, Sichuan y Henan siguen siendo las provincias líderes en agricultura. Jiangsu y Guangdong son líderes en manufacturas. En cuanto a la industria terciaria, destacan Guangdong con 6,91 billones de RMB (aproximadamente 1,07 billones$) en 2021, y Jiangsu con su industria terciaria por valor de 5,99 billones de RMB (aproximadamente 0,93 billones$)

El PIB per cápita de 17 provincias superó los 10.000$, siendo el de Pekín el más alto de China, alcanzando los 28 512 dólares$ en 2021. El PIB per cápita de Shanghái ocupó el segundo lugar entre todas las regiones con 26 946 USD en 2021.

El estudio de los datos nos ayuda a tomar mejores decisiones empresariales. El PIB no es el único indicador en el que fijarnos, en el caso de China podemos decir que Guangdong sería una de las provincias más interesantes para empezar una estrategia de acceso al mercado por parte de nuestras empresas europeas, pero otros indicadores económicos nos ayudarán a determinar este acierto. El hecho de que cuenten con mayor proporción de clase media en esta provincia o más residentes extranjeros sin duda ayudará a que productos españoles, como el aceite o el vino, sean mejor recibidos. Por otra parte Hainan, isla en el Sur de China, presenta muchas oportunidades especialmente en proyectos de infraestructura y puertos 4.0. Ambas provincias estarán muy receptivas a la transferencia de tecnología de Europa especialmente en áreas de energía verde o industria 4.0 consideradas preferentes por los retos que, al igual que Europa, afronta el país.

Retos para este año

A nivel global el gran reto este año 2022 es el incremento de precios. Detrás de esta subida analizamos varios factores: el incremento de los precios de la energía que especialmente preocupa a las industrias, tanto por su precio como por su escasez de suministro (recordemos que ocho provincias de China vieron restringidos sus días de producción a la semana por falta de recursos energéticos, y que afectaron fundamentalmente a cuatro sectores como mobiliario y que llegó incluso a dejar sin calefacción a varias provincias del norte del país), y por otra parte la crisis logística que encarece los precios del transporte de mercancías entre países (en algunas rutas hasta se han pagado diez veces más por flete en 2021).

La combinación de ambos, con las tensiones geopolíticas añadidas, nos hacen afrontar este ejercicio conscientes de que hay que hacer un gran sacrificio intentando evitar una situación de crisis con mayores consecuencias para nuestras economías y, consecuentemente, para los ciudadanos. Los grandes planes de reconstrucción a nivel global lanzados por Europa (Next Generation), China (Belt Road Iniative o recuperación de la Ruta de la Seda por vía terrestre y marítima y acercamiento de Eurasia, ya en marcha desde 2014) o el plan Biden en Estados Unidos, son una muestra de la acción por parte de las principales economías. Los ejes fundamentales son: la superación de la pandemia, reconstrucción económica (donde podemos resumir que el plan de acción pasa por la mejora de competitividad de las empresas, con digitalización, sostenibilidad e internacionalización; así como dinamización por parte de los gobiernos abordando grandes obras en mejoras de infraestraestructuras; todo ello apoyado con nuevas soluciones de financiación a las empresas y particulares, que sin duda llevará a una reestructuración sin precedentes en un sector bancario que deberá adaptarse a los cambios y encontrar su nicho en este nuevo mundo, al igual que otros muchos sectores de nuestra economía ya lo hicieron en crisis precedentes como la de 2007 o también lo están haciendo en estos dos últimos ejercicios absolutamente disruptores).

 

 

 

Beatriz Irún, profesora de la Universidad Internacional de Valencia, y miembro de Cátedra China

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