Dentro de pocas semanas el tiempo primaveral llegará a nuestro país y con él, las escapadas de fin de semana, Semana Santa y los puentes de mayo. Las Islas Baleares son el escenario perfecto para perderse en su naturaleza, disfrutar de su gastronomía o descubrir su cielo estrellado. Por eso hoy te recomendamos estos rincones imperdibles si vas a viajar allí próximamente.

Bajo un cielo estrellado. Menorca es conocida por sus increíbles playas, pero también tiene magia tras el atardecer. La isla está reconocida como Destino y Reserva Starlight y con la llegada de la noche su cielo se cubre de estrellas, creando estampas de postal. Desde cualquier punto de la isla se puede observar el cielo nocturno plagado de estrellas, pero hay enclaves únicos. Uno de ellos es la cala Macarella, una de las playas más bonitas de la isla y que ofrece una visión incomparable del cielo nocturno; o la zona entre Cap de Cavalleria, el punto más septentrional de la isla ­-donde se encuentra, además, el famoso faro-, hasta la Vall, con su playa de arena blanca ya cercana a Ciudadela.  La isla también ofrece la oportunidad de observar el firmamento menorquín desde sus yacimientos talayóticos. Un entorno idílico para conocer las estrellas rodeados de historia.

Bodegas y gastronomía en la sierra de Tramuntana. Para todos esos viajeros que comparten su afición por la buena gastronomía y disfrutan degustando juntos las mejores cenas y vinos, la Ruta del Vino de Mallorca es una opción perfecta. Esta ruta recorre la zona de Binissalem, comarca reconocida como Denominación de Origen donde los viñedos crecen al abrigo de la sierra, uno de los parajes más bonitos de la isla de Mallorca. Un recorrido para ir haciendo paradas en las pequeñas bodegas de la zona, descubrir la riqueza isleña a través de su patrimonio y probar la cocina tradicional de la comarca. Con localidades como Santa Maria del Camí, Binissalem o Santa Eugenia, esta ruta también ofrece paisajes repletos de calma y tranquilidad.

Atardecer junto a un faro. El paisaje natural de Formentera nos lleva por sus bosques de pinos hasta llegar al mar. Con un trazado que parte de la zona de Es Mal Pas, este paseo permite cruzar el Torrent de S’Alga, pasando por antiguos varaderos declarados Bien de Interés Cultural. Ideal para caminar contemplando unas vistas privilegiadas de La Mola y las aguas cristalinas de Migjorn. Como broche final a este recorrido por los rincones más especiales de Formentera, la ruta termina en el Faro de Es Cap de Barbaria, que ofrece unas vistas inmejorables del Mediterráneo. Un lugar perfecto para disfrutar de la puesta de sol con un picnic y saborear la gastronomía de la isla en la mejor compañía.

Los almendros en flor.  El pequeño pueblo de Santa Agnès de Corona, en Ibiza, es testigo de una floración espectacular cada año. En esta época, los almendros característicos de la zona más rural y desconocida de la isla se llenan de flores, creando una imagen muy bella en la que perderse entre el blanco de sus flores y el verde de los campos que las rodean. También es muy recomendable hacer una parada en esta población caracterizada por sus casas blancas llenas de encanto y rodeadas de olivos, cereales y vid. Además, en la zona también se organizan paseos para visitar los almendros a la luz de la luna, un plan perfecto para los más románticos. ¿Te apuntas?