Las tropas rusas están en la capital ucraniana, Kiev, han entrado en Chernóbil, y el mundo, y más concretamente Europa, se prepara para un panorama incierto, y no solo por las repercusiones en Bolsas y en los precios de la energía. Porque estas turbulencias se trasladan, según todos los análisis, en los proyecciones de recuperación económica y el panorama del marco de seguridad que quedará en el Viejo Continente

Después del fin de la pandemia, han aumentado las tensiones inflacionistas que no se disipan en un horizonte que ahora se pueda percibir. No obstante, los acontecimientos en el este de Europa, que implican más inflación y menos crecimiento, descolocan a las autoridades monetarias en su objetivo de aumentar los tipos de interés. Mientras, como consecuencia, los bancos pierden atractivo en Bolsa.

Pese a todo, este viernes los inversores son más optimistas: las Bolsas europeas han reaccionado con alzas, como habían hecho las de Estados Unidos, más las compañías tecnológicas, que adquieren un especial protagonismo en este conflicto bélico. El Ibex sube un 3,5%, el mejor comportamiento en 15 meses. Otros índices europeos suben en un porcentaje similar, como el alemán Dax o el EuroStoxx 50.

Existen muchos interrogantes respecto a si esta tendencia tiene un base más o menos sólida; hay dudas. Pero algunos analistas piensan que los inversores empiezan a apostar porque Ucrania caerá, y que la OTAN y los países occidentales se limitarán a emprender sanciones.

La evolución de las cotizaciones de las materias primas no se relaja, pero los futuros son más optimistas. El Brent sigue en el entorno de los 100 dólares el barril, y el gas y el carbón se mantienen en niveles récords, pero menos presionado.

Alemania, Polonia y Chequia, entre otros países centroeuropeos, ven como se reducen sus reservas de gas, cuando, aunque queden cuatros semanas para que acabe el invierno, las previsiones apuntan a que las bajas temperaturas seguirán durante semanas. Y les preocupa este panorama. Mientras, queman más carbón; las necesidades de los ciudadanos y de la industria se imponen a los objetivos medioambientales.

Las tensiones se centran, asimismo, en las materias primas agrícolas, en especial en el trigo, la soja y el aceite de girasol, de las que Ucrania es uno de los grandes suministradores a Occidente. En España, este viernes permanece cerrado el mercado donde se comercializa em trigo por temor a subidas en vertical. Mas desde las compañías del sector se indica que las existencias para más de un mes.

En esta panorama, Europa, Estados Unidos, Japón y otras naciones confían la batalla contra el régimen del presidente ruso, Vladimir Putin, que se materializará de forma gradual, con el objetivo de no quedarse sin cartas en la mano. Los dirigentes estadounidenses y japoneses perfilan medidas que afecten al comercio de semiconductores con el fin de paralizar o al menos torpedear parte de las industrias rusas.