La Comisión Europea pone en marcha un plan para eliminar la dependencia energética de Moscú en 2030. REPowerEU se basa en reducir un 30% anualmente el consumo de gas, lo que supone 100.000 millones de metros cúbicos de este combustible fósil. En 2021, las importaciones de gas ruso fueron de 155.000 millones de metros cúbicos.

Para ello, la estrategia diseñada en Bruselas contempla la diversificación del suministro de energía. La UE puede importar cada año 500.000 millones de metros cúbicos más de gas natural licuado de proveedores como Qatar, EEUU, Egipto o el este de África Los gasoductos de Azerbaijan, Argelia o Noruega pueden suministrar 10.000 millones de metros cúbicos de gas adicionales al año.

Además, se reforzará la coordinación entre los Estados miembros para que el 1 de octubre de cada año las reservas de gas estén al 90%, con incentivos en caso de alcanzar niveles de almacenamientos del 100%.

Bruselas plantea una plataforma europea para coordinar operaciones de compra conjunta de gas, y mejorar la capacidad de negociación con los grandes proveedores.

Bruselas analizará las inversiones necesarias para desarrollar infraestructuras que permitan reducir la dependencia del gas y el uso de combustibles fósiles, y aumentar la participación del hidrógeno y del biometano. Y acelerará la transición hacia energías ‘verdes’.

«Debemos volvernos independientes del petróleo, carbón y gas ruso. Sencillamente no podemos confiar en un proveedor que nos amenaza explícitamente. Debemos actuar para mitigar el impacto del alza de los precios de la energía, diversificar el suministro de gas para el próximo invierno y acelerar la transición verde», proclama la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

«Las energías renovables son una fuente barata, limpia e inagotable de energía y en lugar de financiar la industria de los combustibles fósiles en otros lugares, crean empleo aquí. La guerra de Putin en Ucrania demuestra la urgencia de acelerar nuestra transición ecológica», añade el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Frans Timmermans, que precisa que la propuesta adoptada por el Colegio de Comisarios en Estrasburgo para evitar la exposición de la UE a la volatilidad de las decisiones del Kremlin no contempla la emisión de deuda conjunta.

Al mismo tiempo, Bruselas continuará con su investigación sobre supuestas malas prácticas de los suministradores de gas, especialmente de la rusa Gazprom, ya que los almacenes de esta empresa están al 16% mientras los de otros operadores se sitúa en el 44%.

La Comisión Europea no se olvida del consumidor. Propone limitar la repercusión de los altos precios del gas en la factura de la luz mediante la limitación temporal de los precios, algo permitido por la normativa comunitaria en casos de emergencia.

También plantea optimizar el diseño del mercado de la electricidad para aprovechar los beneficios de las energías de bajo coste. Y proporcionar ayudas para empresas que se enfrentan a altos costes energéticos.

Para financiar todo esto, los Estados miembros pueden adoptar medidas fiscales para gravar temporalmente «los beneficios caídos del cielo» de las eléctricas, una medida que, según la Agencia Internacional de la Energía, permitiría recaudar 200.000 millones€ solamente en 2022.

Italia ya había anunciado horas antes un plan para ser «completamente independiente» del gas ruso en un plazo de entre 24 y 30 meses. El ministro de Transición Ecológica de Italia, Roberto Cingolani, reconoce que se importra de Rusia más del 40% del gas, por lo que «a finales de la primavera, alrededor de entre 15.000 y 16.000 millones de metros cúbicos –de los 29.000 que importa de Rusia– serán reemplazados por otros proveedores».

Con «nuevas plantas, regasificación y contratos a largo plazo», además de «reforzando las infraestructuras», Cingolani considera «razonable» el plazo propuesto para ser «completamente independientes» energéticamente de Rusia.

Calviño destaca las aportaciones de España

Iberdrola aplaude la iniciativa

EEUU prohibirá las importaciones de gas y petróleo rusos sin esperar a la UE

Unas horas después de que Bruselas presentaba REPowerEU, el presidente de EEUU, Joe Biden, anunciaba la prohibición de la importación de petróleo, gas y carbón procedente de Rusia.

«No subvencionaremos la guerra de Putin», argumenta Biden, que defiende seguir aumentando la presión sobre Rusia tras «el paquete de sanciones económicas más significativo de la historia».

EEUU aumentará la producción de petróleo para reforzar su autonomía energética. Biden hace un guiño a Europa, pese a tomar una decisión sin esperarla: se compromete a trabajar «estrechamente» para elaborar una estrategia a largo plazo que permita eliminar la dependencia de la energía procedente de Rusia.

La reacción de los mercados no se ha hecho esperar. El precio del petróleo se disparaba más de un 5,8%, colocando el barril de Brent (que es la referencia para Europa) por encima de los 130$. El barril de West Texas Intermediate (WT, la referncia para EEUU) subía casi un 6% y alcanzaba los 126$.

Alemania admite que no puede imitar a EEUU

La ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, aplaude la prohibición de Estados Unidos a la importación de petróleo ruso, pero reconoce que no está en disposición de hacer lo mismo. Un tercio de las importaciones de petróleo de Alenania provienen de Rusia.

«Si las detuviéramos de inmediato, no podríamos movernos por Alemania en unos pocos días», argumenta. Alemania haría «de inmediato» lo mismo que EEUU o Canadá si se tuviera la certeza de que con esto se «detendría la guerra».

«Pero lo que tengo que tener en cuenta son las consecuencias que nos afectarán a nosotros mismos», añade.

Rusia cree que los principales perjudicados son los ciudadanos de EEUU

Por su parte, la Embajada de Rusia en Washington avisa que los ciudadanos estadounidenses serán quienes «principalmente» sufran los efectos de esta decisión de la Casa Blanca. En un comunicado en sus redes sociales, critica que las sanciones impuestas por la Casa Blanca «han cruzado durante mucho tiempo todas las fronteras del sentido político y económico», algo que en las últimas semanas se ha «demostrado muy claramente».

Tan solo tienen como objetivo «demostrar la voluntad de sacrificar sus propios intereses» con tal de «golpear más fuerte» a Rusia. «Como de costumbre, Estados Unidos no piensa en el hecho de que las restricciones son siempre un arma de doble filo. Ahora los estadounidenses de a pie tiene que lidiar con el aumento de los precios de la gasolina, la electricidad y la calefacción, y con la introducción de nuevas sanciones, sufrirán aún más», insiste la Embajada rusa en EEUU.

El veto provocará «fluctuaciones significativas» en los mercados mundiales de la energía, afectando así a los intereses de las empresas y de los consumidores, «principalmente en el propio Estados Unidos»

«Rusia tiene variantes hacia donde redirigir sus productos de alta calidad y competitivos», zanjado la Embajada rusa en Washington.

El petróleo se colocará en máximos históricos

Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, cre que la medida de EEUU impulsará los precios del petróleo hacia 150$ por barril, «un nuevo máximo histórico, ya que los mercados temen una mayor interrupción del suministro».

«Estas restricciones de EE.UU. serán probablemente unilaterales, y Europa se mantendrá por ahora al margen de las restricciones, dada su mayor dependencia de la energía rusa. Rusia produce el 11% del petróleo mundial, pero suministra el 30% de las necesidades de petróleo de Europa y el 40% de su gas natural. En cambio, las importaciones de petróleo ruso representan menos del 1% del consumo de petróleo de Estados Unidos», explica.

«La subida de los precios del petróleo empeorará las perspectivas económicas mundiales a corto plazo, ya que frenará el crecimiento y aumentará la ya elevada inflación. El único aspecto positivo es que el crecimiento mundial es actualmente sólido», subraya.

UBP compara la situación actual con la crisis del petróleo de 1970

El informe ‘Ghosts of the 1970s’, elaborado por Norman Villamin, CIO Wealth Management de UBP, analiza las similitudes entre la crisis actual entre Rusia y Ucrania y la Cuarta Guerra Árabe-Israelí que culminó en la crisis del petróleo y la estanflación de la década de 1970.

Destaca que las sanciones están «creciendo para que la gran mayoría del comercio de Rusia con el mundo eventualmente se restrinja, dejando a Rusia potencialmente alineada a futuro con Corea del Norte, Venezuela e Irán».

«Dado que Rusia domina el comercio mundial de los principales cereales y metales industriales, las sanciones tienen el potencial de crear un shock de oferta de productos básicos de mayor alcance que el observado en 1973», advierte este experto.

«Si se implementan estas sanciones, los políticos occidentales se enfrentarán a una dura elección: seguir políticas monetarias similares a las de la década de 1970 que provocaron profundas recesiones a lo largo de la década o adaptarse a la inflación para preservar el crecimiento», apunta Villamin, que subraya que «un enfoque en la gestión proactiva del riesgo puede complementar flujos de ganancias de alta calidad tanto en crédito como en acciones para ayudar a los inversores a capear picos de volatilidad más frecuentes y prolongados que los vistos en la última década».