La escalada de los precios energéticos provoca todo un abanico de damnificados. A los consumidores domésticos de carburantes, electricidad o gas, se unen las empresas que utilizan las materias primas energéticas y sus derivados, así como los metales, en sus procesos de fabricación. Y para las que los costes energéticos son determinantes para ser o no ser competitivos. Esta evolución afecta, asimismo, a actividades como la pesca o el transporte por carretera.
Las siderúrgicas, como otras compañías electrointesivas, están en emergencia por las consecuencias de la guerra de Ucrania, aunque las subidas de meses anteriores ya habían encendido las alarmas. En ese sector impacta además el alza del níquel, que se ha disparado de forma que no ha podido cerrar operaciones comerciales en varias jornadas y que quedó suspendido de cotización. Como consecuencia, Arcelor ha optado por programar paros de la producción en sus factorías de Asturias y el País Vasco.
En una línea similar van a actuar los directivos de Acerinox, fabricante de acero inoxidable, que han planteado un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) en su planta de Cádiz. Fertiberia, Celsa, Ferroglobe, Cementos Portland y Roca son otras de las compañías que se acogen a estas medidas ante la paralización de sus actividades. Y están analizando el efecto de los costes disparados Asturiana de Zinc, del grupo Glencore, y DuPont.
En este contexto, el director general de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), Fernando Soto, ha pedido al Gobierno que aprueba medidas ante el riesgo para la actividad de las industrias electrointensivas en España por el coste eléctrico. Ha añadido que se trata de compañías muy sensibles a esos precios y que ahora su actividad está en peligro.
Asociaciones empresariales del sector industrial se han unido para exigir al Gobierno que desacople de forma inmediata el precio de los combustibles fósiles (gas, básicamente) de la fijación del precio eléctrico, para contener las cotizaciones.
«Muchas industrias se han visto obligadas a paralizar la producción, ya que los precios de la electricidad hacen imposible mantener la actividad», aseguran, además de AEGE, la de empresas siderúrgicas (Unesid) en una carta remitida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la que se han adherido otras asociaciones: FADE, Ascer, Femetal, Confemetal, Feique y AGI Campo de Gibraltar.
Los precios del gas están golpeando al sector cerámico y azulejero que está formado por empresas intensivas en su consumo. De esta forma, y dado que el plan que prepara Bruselas se centra en el control de los precios de la electricidad, preparan nuevos ERTE. Esta crisis impacta tanto en las compañías pequeñas como a los líderes, desde Porcelanosa al Grupo Pamesa o Keraben.
El alza del gasóleo empieza a dejar en tierra a parte de la flota pesquera, como la de Vigo, y esta reacción es analizada por otras asociaciones en España. Decenas de barcos pesqueros andaluces y canarios han optado por no salir a faenar por los costes que consideran inasumibles: el gasóleo casi se ha duplicado desde que Rusia invadió Ucrania.
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