Banca March cree que los riesgos cotizan al alza pero hacen que las Bolsas estén baratas

12/03/2022

Miguel Ángel Valero. " Los disturbios sociales, incluso las revoluciones, estallan cuando sube el precio del pan, la cerveza o la gasolina, no por el encarecimiento de móviles, zapatos o coches deportivos", avisan en DWS.

El director de Estrategia de Mercados de Banca March, Joan Bonet, avisa que los riesgos en torno a la guerra en Ucrania tras la invasión rusa son «grandes», aunque la situación «no está fuera de control», por lo que recomienda «no dejarse llevar por el pánico».

El ciclo económico que se había iniciado tras la pandemia «no se debe dar por terminado», aunque el escenario de guerra supondrá objetivos menos ambiciosos en la rentabilidad de los activos financieros durante los próximos meses.

Los riesgos «cotizan de una manera importante», sobre todo en renta variable, pero esta situación implica que las Bolsas no estén «tan caras» Banca March aconseja sobreponderar la renta variable en Estados Unidos, frente a la europea, ya que el mercado norteamericano «ha tendido a comportarse, en términos de rentabilidad histórica, mucho mejor que la Bolsa europea, que está prácticamente en los mismos niveles de hace muchos años».

Además, «cuando las cosas están mal, Europa cae menos, pero Estados Unidos se recupera más rápido». Por eso, Banca March ha aumentado el peso en Estados Unidos frente a Europa, después de estar durante algo más de un año «neutral» entre ambas regiones.

Hay tres sectores «baratos» en todo el mundo: el financiero y los ligados a materias primas y energía. «Dentro de nuestra preferencia a largo plazo por tecnología, nuestra preferencia más táctica por salud, y nuestra preferencia por financieras, lo que haríamos sería abordar una situación mucho más mixta que antes, aprovechando los repuntes en los bonos y tener una exposición más equilibrada en general y con un mayor peso en compañías energéticas y de materias primas», explica Bonet.

Sobre la renta fija, se han producido «movimientos bastante grandes» con un «vaivén bastante fuerte», por lo que ahora la rentabilidad del bono americano vuelve a rozar niveles del 2% y la del ‘bund’ alemán a niveles del 0,25%. Bonet deja clara la preferencia hacia la renta variable frente a la fija para obtener mejores retornos.

El experto de Banca March cree que las sanciones pueden llevar al impago de Rusia, pero también a un corte en el suministro de gas y de petróleo a Europa. «El peligro real no es que Europa imponga un embargo, es que Rusia dijera en algún momento que deja de exportarnos a nosotros», argumenta.

Sobre el plan RePowerEU para reducir la dependencia energética de la UE respecto a Rusia, señala que «la Comisión se ha marcado como objetivo llegar a un almacenamiento de gas del 90% para el 1 de octubre y, honestamente, esto es un objetivo muy difícil de cumplir y que, en el mejor de los casos, tendrá un enorme coste económico»

Rusia «no ha llegado a cortar nunca el grifo» de suministros, «ni siquiera a lo largo de la Guerra Fría». «Hacerlo ahora, no solo ahogaría su economía, que ya estaría bastante apretada, sino que no tendría mucho sentido estratégico hacerlo en marzo, casi abordando la primavera porque el impacto sería menor», apunta.

Sobre las subidas de tipos de los bancos centrales, el 16 de marzo la Fed afrontará la primera subida de tipos del actual ciclo económico, de 25 puntos básicos, con la posibilidad de que se produzca seis subidas este año y que los tipos se sitúen en torno al 2% a finales de 2023. En el caso del Banco Central Europeo (BCE), la espera para diciembre de este año y en torno a los 10 puntos básicos, un incremento «testimonial».

Los bancos centrales continúan su normalización económica, sin ser «absolutamente insensibles» al desarrollo de la economía, por lo que intentarán «modular muy bien los tiempos intermedios» para aplicar las subidas.

El crecimiento «va a ser menor» sobre todo si se alarga el conflicto en Ucrania, pero «todavía hay un gran colchón de crecimiento pasado», y se necesita «más visibilidad» para saber si habrá una recesión.

Scope baja por tercera vez el rating de Rusia

Scope Ratings ha rebajado la calificación de emisor a largo plazo y de deuda senior no garantizada de Rusia por tercera vez en las últimas dos semanas y la sitúa en ‘C’ desde ‘CCC’, tanto en moneda extranjera como local, al mismo tiempo que mantiene el país en revisión ante posibles recortes adicionales.

Esta tercera rebaja refleja la opinión de la firma de que existe un alto riesgo de impago a corto plazo, por la redenominación de los pagos de los bonos soberanos denominados en moneda extranjera a rublos para los inversores de determinados países. A esto se suma la normativa impuesta por el Banco de Rusia de restringir la transferencia de cupones del bono OFZ 2024 a los inversores no residentes.

«Estas medidas políticas reflejan el grave impacto negativo de las sanciones internacionales sobre la economía rusa y plantean importantes dudas sobre la voluntad de Rusia de atender el servicio de su deuda con los residentes extranjeros», señala Scope.

Las «severas» sanciones económicas y financieras y las consecuencias de la crisis en su sentido más amplio también han influido en esta última rebaja. No obstante, Scope Ratings advierte de que podría haber más si se observa que Rusia no cumple con sus obligaciones de deuda en su totalidad y a tiempo.

DWS advierte de disturbios sociales

«Quizás los bancos centrales preferirían volver a ese pasado no tan lejano en el que el mayor de sus problemas era la deflación. Entonces, la vida era relativamente sencilla y cualquier shock que sufriera la economía o los mercados financieros podía tratarse con la misma medicina: grandes dosis de expansión cuantitativa, varias veces al mes, acababa por curarlo todo», señala un análisis de DWS. «Ahora, el fuerte aumento de los precios resulta problemático para dos factores simultáneos y opuestos: la inflación y el crecimiento. Y una guerra que empeora ambos hace que a los bancos centrales les resulte mucho más difícil resolver la ecuación», subrayan los expertos de la gestora participada por Deutsche Bank.

El gran reto al que se enfrenta la Fed es el aumento de la inflación. «No solo es más alta que en Europa, sino que además está más repartida. En la Eurozona, la inflación sigue limitada principalmente al componente de alimentos y la energía, cuyos precios son mucho más volátiles. De hecho, en enero, este componente solo representó el 20% de la inflación general en EEUU., frente a un 56% en la Eurozona, y podría ir a más, si nos atenemos a la evolución del precio del gas en Europa», explican en DWS.

«A los bancos centrales les gusta enfatizar que, en general, no pueden controlar los precios de los alimentos y la energía, por lo que prefieren centrarse en la tasa de inflación subyacente. Pero ésta también podría quedar fuera del alcance de la política monetaria si, como en el caso del Covid y de la guerra en Ucrania, los aumentos de precios responden a disrupciones temporales de la oferta», avisan sus expertos.

«Sin embargo, de momento el foco sigue puesto en los alimentos y la energía, que han marcado máximos históricos este año. Aunque los bancos centrales prefieren ignorarlos, estos aumentos de precios resultan explosivos en términos políticos. Los ciudadanos deben hacer acopio de alimentos y de alguna forma de energía casi a diario. Los disturbios sociales, incluso las revoluciones, estallan cuando sube el precio del pan, la cerveza o la gasolina, no por el encarecimiento de móviles, zapatos o coches deportivos», advierte el análisis de DWS.

«En 2010-11, un aumento del precio del trigo inferior a los que estamos viviendo estos días fue uno de los factores desencadenantes de la Primavera Árabe. Ahora, la propia oferta de trigo está amenazada, ya que gran parte del trigo que se consume en África procede de Rusia y Ucrania», subraya.

«Aunque EEUU y la Fed no se ven tan directamente afectados por la guerra como la Eurozona, la autoridad monetaria estadounidense está claramente en desventaja frente al BCE en un aspecto. En Europa, los paquetes de estímulo fiscal siguen siendo, por lo general, bienvenidos, mientras que la Fed no puede contar con que el Congreso estadounidense respaldará el crecimiento si decide ponerle freno a la inflación este año», argumenta.

«Creemos que la Fed iniciará su ciclo de subidas de tipos la semana que viene con un alza inicial del 0,25% y que dará más detalles sobre la reducción de su balance. Pese a la guerra, está acelerando la retirada de los estímulos monetarios. Puede que tenga más margen para hacerlo que el BCE, ya que el crecimiento de la Eurozona podría verse más afectado por el impacto de la guerra. La guerra y la inflación mantendrán en alerta a los bancos centrales y los inversores deberán estar atentos a cualquier movimiento inesperado», concluye el análisis de DWS.

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