La posibilidad de poder trabajar casi desde cualquier lugar ha fomentado lo que los expertos de la industria de viajes llaman bleisure. Este término, que surge de la combinación de las palabras business (negocio) y leisure (ocio), es el resultado de una cada vez más difuminada línea entre los negocios y el ocio. Conocida también como workation —suma de los términos work y vacation—, a esta tendencia se le atribuye haber ayudado a salvar la industria de las aerolíneas en Estados Unidos, en un momento de cancelaciones de vuelos generalizadas y escasez de personal.

“Despertarse en un hotel o en una cabaña en la montaña. Preparar el desayuno, abrir las ventanas, respirar aire puro del mar e ingresar a la primera videollamada del día. Ya no suena algo tan alejado de la realidad”, apuntan los responsables de la empresa especializada en viajes corporativos BizAway. La posibilidad de combinar trabajo y relax cobra fuerza en España, a medida que aumenta el número de nómades digitales, esto es, personas que pueden trabajar desde puntos remotos del planeta, donde lo único que necesitan es una buena conexión a Internet.

Sin duda, el bleisure es excelente para la industria de viajes. Sin embargo, puede ser una pendiente resbaladiza para los empleados que buscan desconectarse de verdad. A este respecto, Giovanni Bernardi, jefe de ventas de BizAway, advierte: “No hay que confundir ideas. Bleisure no supone trabajar mientras descansamos. Sino descansar, de verdad, después de trabajar”, explica. Y añade:“En España aún hay cierta reticencia al trabajo remoto, pero es clave que las empresas puedan ver que allí tienen un potencial, con trabajadores más motivados y más efectivos. La tecnología es un gran facilitador en este sentido y es importante saber hacer un buen uso de ella, para que ambas partes alcancen sus objetivos”.

Practicar el bleisure
Desde BizAway señalan que el pasado agosto alcanzaron un récord de reservas personales de gente que iba a practicar bleisure en el verano, gracias a las facilidades que les proveía su empresa. Bernardi explica por qué será clave apuntarse a esta tendencia:

♦ Alargar vacaciones: el bleisure permite poder gozar de algunos días más de descanso. Y no necesariamente en verano. Gracias a la posibilidad del trabajo remoto, podremos alargar un fin de semana y pasar unos días más en la playa, por ejemplo.

♦ Conciliar mejor: este punto no necesita mucha explicación. El hecho de disfrutar de un destino al acabar la jornada, permitirá pasar más tiempo de calidad con familia y amigos.

♦ Desconectar. Pero de verdad: este es un punto fundamental. Practicar el bleisure no significa llevar el móvil a la playa y responder mails mientras tomamos el sol. No. Esto es lo que haría un workaholic o adicto al trabajo. La principal ventaja del bleisure es cumplir nuestra jornada diaria y desconectar automáticamente al finalizarla, para dar paso al ocio y al descanso. Pero no todo a la vez, sino cada cosa a su tiempo y bien hecha.

♦ Reducir la ansiedad y el estrés laboral: descansar mejora la concentración y facilita la memoria. Tomar pausas no sólo ayuda a la salud mental, también mejora el descanso del cuerpo y nos permitirá tener también más salud física. Cambiar de escenario, aunque sea por poco tiempo, nos permitirá estar más relajados y rendir mejor cuando sea necesario.

El bleisure es ideal para quienes realizan viajes de negocios, pues tienen la posibilidad de cumplir con sus obligaciones a la vez que conocer lugares nuevos y descansar. De hecho, ya se calcula, según la consultora Report Consultan, que los viajes bleisure crecerán cada año un 4,1% y que en 2026 generará más de 1.400 millones de euros.

Habida cuenta de las dificultades que encuentran las empresas a la hora de contratar perfiles cualificados, el bleisure podría dejar de ser una tendencia y empezar a formar parte de la propuesta de valor en las estrategias de employer branding. Quizá los viajes bleisuree se conviertan muy pronto en un beneficio más para los perfiles cualificados de las plantillas. Porque estos viajes no solo suponen un cambio importante en términos de bienestar de los empleados, incluso podrían servir para atraer y mantener a las personas con talento más adecuadas para la empresa.

Sin embargo, poder disfrutar de los bleisure trips, a fin de combinar los viajes de negocios con el placer, no está al alcance de todos los trabajadores nómadas. Depende en gran medida de la situación de cada persona. Si tienes niños, padres ancianos dependientes, mascotas… no es tan fácil. Y desde luego no están al alcance de el 65% de personas ocupadas que, según el INE, no pueden teletrabajar porque su tipo de empleo no le permite hacerlo a distancia.

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