Todas las empresas que cotizan en el Ibex se han enfrentado en las últimas semanas a las incertidumbres económicas y geopolíticas, si bien las eléctricas, que en muchas etapas han sido consideradas como valores refugio, están ahora en el punto especial de mira de los inversores. Lo están por los cambios, aunque sea temporales, que el Gobierno prepara para contener los precios de la electricidad. No es la primera vez que el Ejecutivo pone en marcha planes similares, pero ahora la presión es mayor.

En lo que va de año, Naturgy se deja un 15%, Endesa pierde un 9% de su capitalización bursátil, mientras que Iberdrola cae un 5%. Si bien en el caso de la compañía que preside Francisco Reynés pesan las incertidumbres que conllevan una operación como la que tiene en marcha para dividir el grupo en dos, en el conjunto del sector el factor más bajista son medidas que puedan reducir sus beneficios.

El Ministerio de Transición Ecológica tiene varios planes con ese fin, como también los que apuntan como objetivo reducir los precios de los carburantes. No obstante, como han reiterado varios miembros del Gobierno, la hoja de ruta se aprobará después de la reunión del Consejo Europeo de los próximos 24 y 25 de marzo, en la que está previsto que se tomen decisiones para atajar la escalada de precios.

Aunque la propuesta estrella, que España ha solicitado en varias ocasiones a la UE, es desacoplar el precio del pool (marcado mayorista) de la electricidad del gas, hay otras medidas diseñadas. Para controlar la cotización de la electricidad, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha confirmado que España y Portugal propondrán limitar el precio mayorista de la electricidad a 180 euros por megavatios hora, como ya manifestó el ministro de Energía de Portugal, Joao Pedro Matos Fernandez. Ribera ha precisado además que de no lograrse el apoyo europeo «nuestra obligación es hacerlo por nuestra cuenta”.

Y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, manifestó ayer miércoles que el Ejecutivo utilizará los beneficios de las eléctricas para paliar la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos. No concretó cómo se puede materializar esta vía, pero apunta a la supresión de los llamados beneficios caídos del cielo, para lo que es necesario el apoyo comunitario pues es neceaario cambiar el sistema de fijación de precios en el mercado mayorista, y de no ser así, aprobar gravámenes especiales.

Argumentó el objetivo con datos: las tres grandes eléctricas españolas han incrementado sus beneficios antes de impuestos en un 47% en 2021, hasta los 10.002 millones de euros. En esta línea, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) está elaborando informes que apoyen medidas con el fin de poder recortar ingresos al sector.