Para todos aquellos que o bien fueron «remolones» a la hora de estudiar a los clásicos de la historia antigua, o bien sus planes de estudio fueron tan lamentables como los que he visto en mis hijos, se abre una oportunidad de estudiar historia antigua a través de la Bolsa. De nuevo la civilización occidental vuelve a ser Grecia y Roma. Todo lo demás en este momento es tan accesorio como lo fueron los presas o los bárbaros en su momento.

la cuna de la civilización occidental y de la democracia, Grecia, está metida en un lío considerable a causa de una deuda ocultada convenientemente de las estadísticas oficiales y aflorada con posterioridad. Resulta que los bçarbaros sabían menos de contabilidad que los griegos y ni teutones ni vikingos se dieron cuenta del desaguisado. Tuvo que ser otro griego el que clamara en el ágora al ver el problema que se le venía encima.

Pero resulta que los griegos están dando un espectáculo deplorable a la hora de resolver el asunto y dejando claro que la estructura de su estado no ha mejorado demasiado con el paso de los siglos. El macedonio Alejandro Magno tenía un estado mejor estructurado que la actual Grecia, al punto de que reinó en él a pesar de estar continuamente fuera de su territorio.

Ahora, los inventores de la democracia han dado paso a un pacto oligárquico, el Gobierno de unos pocos y esos pocos son los dos partidos que todavía son mayoritarios en el país si suman sus fuerzas pero a los que las encuestas no les otorgan esa mayoría si se vuelven a celebrar elecciones. Tras el farol del referendum, ahora buscan un gobierno de «unidad nacional» que lleve el timón hasta unas elecciones que deberían celebrarse en febrero y en este timpo asegurarán la mayoría parlamentaria necesaria para aprobar el plan de reformas exigido por los socios comunitarios para poner en marcha el rescate.

Tal y como pasó en la antigüedad, no se sabe si Grecia sobrevivirá tal y como la conocemos actualmente. Intentan mantenerla en el euro, pero son cada vez más los detractores de una Europa que ha acogotado en demasía a los helenos y ya veremos qué efecto tiene eso en unas elecciones.

Pero resulta que la Roma emergente es en realidad un espejismo mucho mayor de lo que lo fue el Imperio Romano. Berlusconi está en la cuerda floja y eso sí que lo acusan los mercados. Bueno, en realidad me parece a mí que no es eso lo que acusa, que casi sentirían alivio de producirse la dimisión del «Il cavaliere», sino que se resienten por la pésima situación de la séptima potencia industrial del mundo.

Lo de Italia lleva camino de no tener nombre. No es por ninguna deuda oculta, ni por un paro insoportable como el nuestro. Es porque el mercado ha caído de repente en la cuenta de que Italia es un «país-milagro» desde hace décadas, inmerso en una inercia destructiva cuyos últimos episodios pueden estarse viviendo en estos momentos. Y claro, los inversores salen corriendo del pais transalpinon y arrastran consigo todo lo que queda alrededor como «efecto colateral».

Lamentablemente, el Ibex es otro efecto colateral. A pesar de que España ha recuperado algo de credibilidad en los últimos tiempos, lo cierto es que cualquier nuevo brote de inestabilidad en Europa arrastra al selectivo español- Es muy complicado que los inversores internacionales comprendan que un país pueda seguir adelante con uno de cada cinco trabajadores en paro. ¿Lo comprenden ustedes? Yo tampoco y les prometo que tampoco creo en los milagros así que empiezo a ser muy malpensado.

En fin, que Italia tiene que votar mañana sus presupuestos y no está claro que Berlusconi tenga la mayoría necesaria para ello. Que Grecia tiene un inestable gobierno con el ex vicepresidente del BCE, Lukas Papademos, al frente, y un horizonte electoral en febrero, es decir, a la vuelta de la esquina. Y que España se resiente por cualquier cosa y va a seguir así durante un tiempo.

En estas circunstancias lo que es un milagro es que los índices no se desplomaran del todo. Simplemente, cerraron con pérdidas y no demasiado abultadas. El dax bajó un 0,63%, el FTSE un 0,30%, el CAC un 0,64% y el Ibex un 1,40%. Lo que es algo más incomprensible es que el Mibtel italiano subiera un 1,32%. Cosas de los mercados.