En la medida que el conflicto del transporte compromete la actividad económica de casi todo el país, se acumulan las declaraciones que instan al Gobierno a tomar decisiones que pongan fin a los paros. Mientras el ya líder de la oposición, el presidente de la Xunta, Núñez Feijoo, ha defendido que el Ejercito participe para que pueda funcionar el transporte de mercancías básicas, empresas de diversos sectores se unen con un objetivo similar.

En un comunicado conjunto diversas asociaciones que participan en la cadena de producción y distribución agroalimentaria y del gran consumo (Aecoc, ACES, Anged, Asedas, Fiab y Cooperativas Agro, entre otras) piden “una intervención urgente en un conflicto que se ha convertido en un problema de Estado» con un relevante impacto en la economía y la vida de los ciudadanos. De mantenerse el paro, los daños «pueden ser irreparables» en un sector que cuenta con 4,5 millones de empleos y supone el 20% del PIB.

Citan, entre otros problemas, los que afecta a compañías como Danone o Heineken, así como las grandes embotelladoras de productos lácteos, mientras que las pérdidas acumuladas las cifran en unos 600 millones de euros. Las compañías, señalan, están intentando reemplazar los productos que no llegan al punto de venta por otras alternativas, aunque no siempre es posible. Entre los afectados están, asimismo, las fábricas de pienso, conserveras como Calvo, Azucarera, Cuétara, Dcoop, JaenCoop o Agrosevilla.