65 hospitales y 427 centros de atención primaria catalanes públicos y concertados están llamados a la huelga en vísperas de las elecciones legislativas por los recortes y la falta de diálogo con la Consejeria de Sanidad. Bajo el lema “La salud ni se cierra ni se recorta” los médicos pretenden “consensuar con Sanitat la manera de ”recuperar las constantes vitales del sistema y restaurar las condiciones laborales del personal médico anteriores a los recortes”, que en opinión del sindicatos el tijeretazo se ha hecho de espaldeas a los médicos. Éstos han tenido que soportar desde mayo del año pasado un recorte salarial de entre el7 y el 10%, que puede llegar hasta el 30% con la disminución de las guardias y la supresión de algunos complementos. Asimismo denuncian la pérdida de calidad asistencial, tras cerrarse en verano más de 3.000 camas hospitalarias y  reducir el 40 %de la actividad quirúrgica programada, amén de suprimir el servicio nocturno de 58 centros de atención primaria.

Según el presidente del sindicato, Albert Tomàs, el objetivo de la huelga es ”obligar a la consejería de Salut y a las patronales sanitarias a sentarse alrededor de una mesa para negociar, en serio, de qué manera ponemos freno a la hemorragia de recortes y cómo intentamos recuperar la actividad asistencial habitual” y añadió que pese a la posible impopularidad de la huelga “no nos podemos quedar con los brazos cruzados mientras se desmantela el sistema de salud publica”.

Por otra parte fuentes sindicales el sindicato asegura tener informaciones de que en los presupuestos de la Generalitat para el 2012 el consejero de Economía reclama nuevos recortes del 4,8% en Sanidad, “una circunstancia que de cumplirse haría peligrar los cimientos del sistema sanitario”. Cabe recordar que el consejero de Sanitat, Boi Ruiz, en una reciente comparecencia parlamentaria aseguró que los recortes en los servicios sanitarios habían llegado al límite y no preveía nuevos tijeretazos.

Tomàs aseguró que ahora hay tiempo para evitar esta huelga, pero “lal pelota está sobre la mesa del conseller, él es quien ha traspasado la línea roja”.

De esta covocatoria se ha desmarcada Comisiones Obreras, que en su opinión no sólo es “irresponsable” sino que además “tiene como único objetivo conseguir reivindicaciones corporativas”