El Ministerio de Finanzas de Rusia informa que la entidad depositaria (la local NBCO JSC) ha recibido los fondos necesarios para hacer frente al pago del cupón por importe de 102 millones$ (93 millones de euros) correspondiente a los eurobonos con vencimiento en 2035.
«Por lo tanto, las obligaciones de servicio de los valores gubernamentales de la Federación de Rusia fueron cumplidas por el Ministerio de Finanzas de Rusia en su totalidad de acuerdo con la documentación de emisión para las emisiones de Eurobonos», subraya
De este modo, a pesar de las sanciones occidentales y de las rebajas y suspensiones de rating por parte de las principales agencias, Rusia ha seguido hasta el momento haciendo frente a los pagos correspondientes de su deuda, evitando así su primer impago en moneda extranjera desde 1918.
Así, la semana pasada se efectuó el pago del cupón de 65,6 millones$ de sus eurobonos con vencimiento en 2029, y la anterior abonó los intereses de Eurobonos con vencimiento en 2023 y 2043, cuyo importe ascendía a 117,2 millones$.
Rusia debe afrontar en abril el pago de unos 2.000 millones de dólares en abril.
Vontobel pronostica un impago de Rusia después del 25 de mayo
Carlos de Sousa, Estratega de Mercados Emergentes de Vontobel AM, vaticina que las actuales sanciones obligarán a Rusia a incurrir en un impago de su deuda soberana después del 25 de mayo, «a pesar de la gran voluntad y capacidad de pago» de este país
La mayoría de los emisores corporativos rusos son exportadores no sancionados con un bajo apalancamiento y con importantes activos extranjeros. Es probable que la mayor parte siga pagando el servicio de su deuda externa.
«Ucrania ha demostrado una gran voluntad de evitar el impago y puede seguir atendiendo el servicio de su deuda externa gracias a la gran ayuda financiera proporcionada por Occidente. Sin embargo, sólo se evitaría una reestructuración si la duración de la guerra es relativamente breve», opina este experto.
Vontobel dibuja tres escenarios tras la invasión de Ucrania por Rusia:
Escenario 1: Acuerdo de paz a corto plazo (35% de probabilidad)
Rusia y Ucrania están negociando actualmente un acuerdo de paz. Se puede esperar que Rusia acepte retirar sus tropas de Ucrania a cambio de que ésta renuncie a sus ambiciones de entrar en la OTAN, reconozca a Crimea como parte de Rusia y limite el tamaño futuro de su ejército.
Se necesitaría una especie de acuerdo de Minsk III para resolver la lucha con los separatistas ucranianos en Donetsk y Luhansk, un conflicto que se mantiene desde 2014. Ucrania podría reconocer potencialmente las Repúblicas Populares independientes de Donetsk y Luhansk bajo la protección de las fuerzas de paz rusas. Alternativamente, se podría conceder a las regiones separatistas cierta independencia dentro de la soberanía de Ucrania. En cualquier caso, Ucrania conservaría la mayor parte de su integridad territorial.
En este escenario, Ucrania evita el impago o lleva a cabo una reestructuración favorable al mercado, gracias a la importante ayuda financiera que están prestando actualmente los socios occidentales y que, hasta ahora, ha permitido a Ucrania seguir pagando el servicio de su deuda externa. Esta gran ayuda financiera también permitirá una rápida reconstrucción de la nación. La economía de Irak creció un 178% acumulado en 2003 y 2004 tras la invasión de 2003, la de Kuwait aumentó un 147% en los dos años siguientes a la invasión de 1991. El valor de recuperación de los bonos soberanos de Ucrania podría oscilar entre el 70% y el 100%, dependiendo de si hay una reestructuración o no.
Rusia también puede evitar el impago en función del posible alivio de las sanciones. El Estado y las empresas rusas han demostrado hasta ahora su voluntad y capacidad de evitar el impago, pero las sanciones de EEUU impedirían a los inversores recibir los reembolsos de los bonos del Estado después del 25 de mayo de 2022 (según la licencia general 9A de la OFAC). Si el acuerdo de paz se produce antes de esta fecha y es aceptable para EEUU, entonces existe la posibilidad de que ésta y otras sanciones económicas se suavicen permitiendo que el bono soberano ruso evite el impago. Si Rusia logra obtener un alivio en las sanciones para evitar el impago tras un acuerdo de paz satisfactorio, Bielorrusia también lo lograría.
Una gran mayoría de los emisores de bonos corporativos rusos evitan el impago. Sólo unos pocos emisores corporativos que ven sus ingresos gravemente perturbados podrían llevar a cabo reestructuraciones favorables al mercado con altos valores de recuperación.
Escenario 2: Una guerra prolongada (45% de probabilidad)
La guerra podría prolongarse durante varios meses si las partes implicadas no logran alcanzar un acuerdo de paz a corto plazo. Esto supondría daños humanitarios y de infraestructuras mucho mayores para Ucrania. Es probable que Rusia aumente su control territorial sobre Ucrania, obligando a ésta a renunciar a una mayor parte de su integridad territorial. Algunas variantes de este escenario podrían ver a Ucrania dividida en dos, con Rusia controlando el este de Ucrania, y un gobierno democrático legítimo controlando el oeste.
En este escenario, Ucrania reestructura su deuda externa y la recuperación es muy incierta. «La recuperación de los bonos soberanos de Ucrania dependerá de la medida en que se conserve la integridad territorial del país, así como de la duración de la guerra, que determinará el grado de daños en las infraestructuras, así como una probable gran pérdida de capital humano debida principalmente a la migración», apunta el experto de Vontobel.
En el caso más optimista dentro de este escenario, Ucrania preserva la mayor parte de su integridad territorial y la gran ayuda financiera de los socios occidentales permite una rápida recuperación. Una reestructuración favorable al mercado permite una recuperación de entre el 50% y el 70%.
En el caso más pesimista dentro de este escenario, Ucrania pierde una gran parte de su territorio. La recuperación más baja de una reestructuración soberana en la historia reciente fue la de Irak tras la invasión de 2003, en la que los acreedores del Club de París aceptaron un recorte de capital del 80%. En el caso de Ucrania, vemos un límite inferior.
Es probable que el bono soberano ruso incumpla con los pagos después del 25 de mayo. Si el conflicto se prolonga durante meses, creemos que EE.UU. estaría menos inclinado a ampliar el plazo impuesto por la Licencia General 9A, que impediría a los tenedores de bonos recibir pagos incluso si Rusia sigue estando dispuesta y en condiciones de pagar. Si hay impago de Rusia, sucederá lo mismo con Bielorrusia, que depende financieramente de ésta.
Las sanciones seguirían vigentes, lo que impediría al bono soberano de Rusia reestructurar su deuda. «Los bonos soberanos de Venezuela, que han estado en una situación similar solían cotizar entre 20 y 30 centavos de dólar tras el impago soberano de noviembre de 2017», advierte Carlos de Sousa.
«La economía rusa caerá inevitablemente en una profunda recesión este año, pero un colapso económico como los vistos en Venezuela y Líbano parece muy improbable en una economía que hasta ahora había estado bien gestionada, con niveles de deuda muy bajos y un superávit doble (fiscal y exterior)», precisa.
La mayoría de los emisores de bonos corporativos rusos siguen evitando el impago. Las sanciones económicas afectarán a los ingresos de los emisores corporativos rusos, pero dado que la mayoría de ellos son exportadores, tienen un bajo apalancamiento y tienen activos en el extranjero que podrían ser embargados por los acreedores, evitarán el impago. «Las empresas con una parte importante de ingresos procedentes de la economía nacional y las que ven sus exportaciones gravemente reducidas por las sanciones tendrán que reestructurarse, pero esperamos que prevalezcan las reestructuraciones favorables al mercado», añade.
Escenario 3: Una Ucrania controlada por Rusia (20% de probabilidad)
La fuerte resistencia del ejército y de la población ucraniana, y el constante equipamiento militar proporcionado por Occidente hacen improbable una conquista total de Ucrania, aunque sigue siendo un resultado posible. En el peor de los casos, Ucrania estaría gobernada por un gobierno prorruso ilegítimo. Ucrania sería sancionada y perdería el apoyo financiero de Occidente. Los bonos soberanos de los tres países (Rusia, Bielorrusia y Ucrania) entrarían en impago y la reestructuración sólo se produciría tras un cambio de régimen.
«Las perspectivas para las empresas rusas se vuelven más inciertas cuanto más tiempo permanezcan las fuertes sanciones económicas. Esperamos que se produzcan más reestructuraciones empresariales que en los escenarios anteriores», advierte Carlos de Sousa, que concluye que «el factor crítico para los inversores serán las decisiones políticas en torno a las sanciones».
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