El BBVA rebaja el crecimiento en 2012 al 1% y eleva el paro al 22%

08/11/2011

Salvador Arancibia. El servicio de estudios del BBVA estima que la economía española crecerá ocho décimas este año y un 1% en el siguiente, aunque señala que los riesgos de que España entre en recesión en 2012 están aumentando.

Los economistas del segundo banco nacional no han querido enseñar la cara pesimista de la situación y han preferido afirmar que la economía española crecerá este año, aunque puede tener una caída en el cuarto trimestre, y en el próximo. Pero se han cubierto las espaldas al reconocer que el riesgo de que finalmente se regrese a la recesión no hace sino aumentar en la misma medida en que no se solucionan los problemas de base: la crisis griega y su derivada de la deuda soberana europea; el cierre de los mercados financieros mayoristas y la posible desaceleración en el crecimiento de los países emergentes.

Todo ello, claro está, complementado con los problemas propios de España que el BBVA centra en la lentitud en la solución de la crisis del sistema financiero, el más que probable incumplimiento de los compromisos de reducción del déficit público en 2011 hasta el 6%, la elevada prima de riesgo que encarece la difícil financiación no sólo al Estado sino a la banca, las empresas y las familias, y el aumento del paro y la consiguiente disminución de la renta disponible.

En el lado positivo, los analistas del BBVA solo ven dos factores: la reducción del precio del dinero por parte del BCE, que permite pensar que esta situación de dinero barato se va a mantener en el tiempo, y que el sector exterior español, tanto las exportaciones como el turismo, siguen manteniendo una tasas de crecimiento elevadas que más que compensan la caída de la demanda interna.

Ni el economista jefe del BBVA ni el responsable del análisis de España han querido entrar a comentar la propuesta de Alfredo Pérez Rubalcaba de pedir un aplazamiento de dos años en el calendario de cumplimiento de reducción del déficit público hasta el 3% del PIB previsto inicialmente para 2013. Propuesta que también tiene partidarios entre algunos economistas del PP, aunque por motivos distintos. Rubalcaba lo propone porque cree que el ajuste está ahogando el crecimiento y en el PP porque piensan que el  déficit público va a ser superior al 7% en este año y que, por tanto, el esfuerzo a realizar para cumplir en 2012 sería demasiado fuerte.

Los cálculos del BBVA son que en 2011 el déficit global de las administraciones públicas (Estado, Seguridad Social, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos) estará cuando menos en el 6,5% y “puede que sea superior” si no se adoptan, en los dos meses escasos que quedan de ejercicio, “medidas adicionales de reducción del gasto público”.

En estas condiciones, y teniendo en cuenta que sus previsiones de crecimiento para 2012 son inferiores a las previstas inicialmente, y también por debajo de las últimas del Gobierno, resulta evidente que los ingresos públicos serán menores a los calculados. La situación, por tanto, será la siguiente: hay que hacer un esfuerzo de reducción del déficit mayor del previsto, al menos medio punto en el mejor de los casos, y los ingresos serán menores. La solución, según el BBVA es esencialmente una reducción adicional en 2012 del gasto público en todas las administraciones y, solo en el caso de que ese ahorro no sea suficiente y si se ha demostrado una clara voluntad de atajar el gasto, recurrir a una subida de impuestos que han situado en el  IVA y en los impuestos especiales (gasolinas, alcohol y tabaco) “que están claramente por debajo de la media europea”.

Para los economistas del BBVA el posible alargamiento del calendario de reducción del déficit no se puede contemplar en la actualidad porque España “debe seguir demostrando que cumple sus compromisos” porque eso es lo que ha hecho que la presión actual se haya desplazado desde la deuda española hacia la italiana. No obstante, y después de varias preguntas, han señalado que podría tener lugar si el conjunto de la Unión Europea lo decidiera de forma coordinada y han afirmado que “los mercados reaccionarían mal” a una posible decisión unilateral en ese sentido “si el aplazamiento no fuera por motivos coyunturales sino por aplazar la adopción de medidas estructurales”. Para el economista jefe del BBVA en Europa se han “permitido desviaciones” cuando han sido consecuencia de un bache temporal.

El BBVA considera que el año próximo debe proseguir el reequilibrio de las necesidades financieras de la economía española mediante el desapalancamiento ordenado de empresas, bancos y familias y con la reducción del déficit público hasta el 4,4%, aumentando el ahorro nacional y abaratando la refinanciación de la deuda externa. Todo ello con una intensificación de las reformas pendientes, especialmente la de la negociación colectiva y la reducción de la contratación temporal.

Las previsiones del BBVA para el año próximo en materia de empleo siguen siendo muy negativas y estiman que la tasa de paro superará el 22% de la población activa y que habrá que esperar hasta 2013 para que se inicie un proceso de creación de empleo de cierta importancia.

Para el banco es posible que la construcción acabe el año próximo su proceso de ajuste general, creciendo un tímido 1%, aunque con claras diferencias regionales.

Los economistas del banco trataron finalmente de proporcionar una cierta dosis de optimismo señalando que, si bien las previsiones apuntan en este sentido, si el nuevo Gobierno adopta en pocas semanas o meses las medidas que consideran necesarias para demostrar el compromiso de seguir cumpliendo los planes de ajuste se puede revertir la situación y mejorar por encima de lo que ahora se percibe. Lo contrario, si no se hacen las cosas rápido, también puede pasar.

¿Te ha parecido interesante?

(Sin votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.