Buena gastronomía italiana alejada de los tópicos

05/04/2022

Carmela Díaz.

Pantellería -la perla negra del Mediterráneo- es una isla italiana de origen volcánico situada al suroeste de Sicilia y a tan solo 36 millas del norte de África. Este enclave, bello y misterioso, es el punto de partida de un restaurante madrileño que consigue seducir en cuanto traspasas sus puertas. Pante (calle Villanueva, 21) ofrece una cocina especializada en el recetario de este destino tan pintoresco y que merece la pena probar.

El entorno está cuidado al detalle, por lo que resulta un restaurante perfecto para disfrutar de una velada muy agradable. El interiorismo es cálido, elegante y transmite el buen gusto propio del diseño italiano, con los toques de color que aportan las flores y la vegetación. El mobiliario, las mesas y las lámparas han sido escogidas con mimo y las sillas están customizadas y provienen de una prestigiosa empresa italiana. Además de los salones, disponen de barra de coctelería y terraza.

¿Qué puedes esperar de su cocina? Vas a disfrutar de una gastronomía italiana auténtica con protagonismo de las especialidades sicilianas. Trabajan producto fresco de buena calidad: la materia prima procede de productores locales y de proximidad. Incluso algunos son importados directamente desde ese rincón isleño, como las alcaparras, el orégano, la miel de uva Zibibbo con D.O.C de Sicilia o el vino dulce Passito con I.G.P Pantelleria; son productos muy difíciles de encontrar en Madrid. Uno de los secretos de su éxito se encuentra en su fidelidad a la tradición culinaria de Italia, pero combinándola con un estilo más contemporáneo.

¿Qué hay que probar en la carta? El chef Manfredi Bosco (presidente de la Federación Italiana de Cocineros en España) lleva las riendas de las cocinas de Pante. Los carpaccios los trabajan muy bien y merecen la pena los que elaboran con pescado -como el de gamba roja, pez espada o lubina-; también el carpaccio de setas portobello con almendras tostadas, lascas de parmesano y trufa negra. Entre los entrantes destacan recetas imprescindibles como la caponata siciliana (un plato similar al pisto y que está elaborado con berenjenas, aceitunas, apio, hierbas aromáticas y AOVE); la siempre deliciosa burrata fresca de Puglia con tomates a la parrilla; o el rosbif con salsa tonnata y alcaparras autóctonas de la isla.

Los amantes de la pasta se pueden decantar por la carbonara con guanciale di Norcia y trufa negra; la que elaboran con ragú de rodaballo, hinojo y limón, que ofrece un sabor original y resulta un plato de pasta ligero; o la pasta fresca con setas porcini y colmenillas, que está buenísima. Entre los principales no hay que dejar de pedir uno de los platos estrella de la casa: la cotoletta pantesca, una milanesa de ternera al estilo de Pantelleria con un rebozado especial y toques especiados que le aportan un sabor único; se sirve con patatas fritas caseras y mayonesa de albahaca. Para los que prefieran carnes más tradicionales, el solomillo de ternera con salsa Rossini, puerro a la brasa y pimiento asado es una buena opción; o las costillas al horno cocidas a baja temperatura con salsa de bourbon, patatas al horno y romero. Entre los pescados destacan el rodaballo con crema de patatas al limón; la lubina con patatas, tomate cherry, orégano y alcaparras de Pantelleria; o las cigalas a la parrilla gratinadas con perejil y almendras.

A la hora de los postres no hay que dudarlo: imperdible el bacio pantesco, un dulce tradicional de la isla que está muy rico; es un hojaldre suave elaborado con ricotta al limón (el toque cítrico le aporta frescura) y gotas de chocolate. También ofrecen helados artesanales o el popular tiramisú.

¿Y los vinos? Su carta merece especial atención, tanto por su envergadura, más de cien referencias entre espumosos, rosados, blancos, tintos y dulces, como por su selección: proponen principalmente etiquetas de Italia, España y Francia, aunque también se encuentran interesantes vinos de Nueva Zelanda y California. A los vinos se suman una carta de cócteles en la que destaca el gin basil, elaborado a base de ginebra y albahaca fresca.

En definitiva, Pante ofrece una cocina italiana bien ejecutada, honesta y genuina, con personalidad propia, y una buena relación calidad-precio (unos 40-45 euros por comensal) en una ubicación inmejorable: en pleno barrio de Salamanca, junto al hotel Wellington.

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