El Banco de España no contempla una recesión pero sí caídas «transitorias» del PIB

05/04/2022

diarioabierto.es. Reduce su expectativa de crecimiento del PIB al 4,5% para este año, 0,9 puntos menos que en sus anteriores estimaciones de diciembre de 2021 (5,4%).  // Proyecciones macroeconómicas de la economía española 2022-2024

En sus Proyecciones macroeconómicas de la economía española 2022-2024, el Banco de España reduce su expectativa de crecimiento del PIB al 4,5% para este año, 0,9 puntos porcentuales menos que en sus anteriores estimaciones de diciembre de 2021 (5,4%). Al mismo tiempo, la inflación sube del 3,7% hasta el 7,5%.

El nuevo director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, avisa que «la extraordinaria incertidumbre sobre la duración e intensidad del conflicto impide una valoración precisa de sus implicaciones», ha admitido Gavilán.

El impacto macroeconómico más intenso de la guerra se observará en el segundo trimestre, y, salvo una escalada en el conflicto generado por la invasión de Ucrania por Rusia, el dinamismo de la actividad aumentará gradualmente en el segundo semestre.

El PIB ha crecido un 0,9% en el primer trimestre del año, antes de recoger el impacto de la guerra, y sólo crecerá un 0,1% en el segundo trimestre, para elevarse al 0,4% en el tercero y al 0,7% en el cuarto.

El Banco de España no contempla que España pueda entrar en recesión, pero no descarta que un agravamiento de las consecuencias macroeconómicas de la guerra pueda conducir eventualmente a caídas «transitorias» de la actividad en algún trimestre.

El PIB puede crecer el 4,5% en 2022, gracias al empuje del segundo semestre de 2021.  Los expertos del Banco de España aseguran que, incluso aunque el PIB no creciera en ninguno de los trimestres de este año respecto a los anteriores, la tasa media anual sería del 3,1%.

Sobre la inflación, apunta que los mercados de futuros de la energía prevén una cierta relajación de los precios a partir de julio. Pero hasta entonces el IPC se moverá en torno al 9-10%. En 2023 el IPC descendería hasta el 2%, y hasta el 1,6% en 2024.

El Banco de España cree que los efectos adversos del conflicto bélico se verán parcialmente contrarrestados por el soporte proporcionado por las medidas incluidas en el Plan Nacional de respuesta a la guerra, como la reducción de los precios de la energía y la fijación de límites a la revalorización de los alquileres, restaría entre 0,5 y 0,8 puntos a la inflación media de 2022 y tendría un impacto positivo de 0,2 puntos en el crecimiento del PIB.

La ejecución de los proyectos financiados con los fondos europeos (que aportará 1,4 puntos al PIB, frente a 1,6 en 2021), unas condiciones de financiación todavía favorables –aunque algo más estrictas que en trimestres precedentes– y la mejora gradual de la pandemia animarán a la economía.

Para 2023, el Banco de España también ha recortado sus previsiones y estima que el crecimiento del PIB se situará en el 2,9% en 2023, un punto menos respecto a la previsión anterior de diciembre (3,9%).

Y retrasa al tercer trimestre de 2023 la recuperación de los niveles de actividad prepandemia, frente a la estimación anterior, que la situaba en el inicio de 2023. En cuanto a 2024, el crecimiento será del 2,5%.

El paro bajará hasta el 13,5%

Según el Banco de España, la trayectoria ascendente de las horas trabajadas y del número de ocupados se prolongará a lo largo de los próximos años, aunque en 2022-2023 su avance «será menos intenso» que el proyectado en diciembre.

Ese comportamiento «menos expansivo» del empleo ha llevado a revisar al alza la tasa de paro media prevista para 2023 y 2024, hasta el 13,2% y el 12,8%, respectivamente, frente al 12,9% y el 12,4% estimados en diciembre. En cambio, mejora siete décimas la previsión para este año, en el que espera una tasa media de paro del 13,5%, debido a que las previsiones «se anclan» en un punto de origen más favorable tras conocerse los datos del cuarto trimestre de 2021.

El Banco de España empeora sus estimaciones de ingresos y gastos para este año, ya que el déficit público quedará en 2022 en el 5% del PIB, frente al 4,8% previamente estimado. Además hay peores perspectivas también para 2023 y 2023, con tasas del 5,2% y el 4,7%, respectivamente.

En cambio, ha mejorado sus estimaciones para la deuda en 2022, tras situarla ahora en el 112,6% del PIB, frente al 115,7% previsto anteriormente. De cara a 2023, la deuda se situará en el 112,8% del PIB, mejor que la estimación previa del 113,7%, y en 2024 alcanzará el 113,5%, igual que en las previsiones anteriores.

Para el Banco de España, los riesgos más preocupantes son un aumento más intenso y duradero de los precios de las materias primas, un cierre completo de los flujos comerciales entre Rusia y la UE, y efectos de segunda vuelta derivados de los precios de la energía.  En el escenario más optimista, el alza de la demanda de los hogares por una reducción más rápida del exceso de ahorro acumulado.

De producirse un aumento más duradero de las materias primas, el nivel de PIB se reduciría en términos acumulados hasta 2024 en 0,7 puntos, mientras que la inflación sería cuatro décimas superior en 2022 y 2023.

El cierre de los flujos comerciales entre Rusia y la UE podría llevar a un nivel del PIB español que sería entre 0,6 y 1,3 puntos inferior, mientras que el nivel de precios de consumo sería entre1 y 1,5 puntos mayor.

No evitar los efectos de segunda ronda de la inflación en salarios y precios finales recortaría 1,5 puntos porcentuales al PIB y al empleo hasta 2024, mientras que la inflación podría subir casi tres puntos adicionales entre 2022 y 2024.

Las pensiones con el IPC costarán 12.600 millones más

El Banco de España calcula que actualizar las pensiones con una inflación al 7% costaría unos 12.600 millones a las cuentas públicas, tras la entrada en vigor de la reforma de las pensiones que supone la revalorización de las mismas conforme al Índice de Precios al Consumo (IPC).

El nuevo director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha explicado que, tomando como punto de partida el gasto aproximado en pensiones en España y una inflación media para el conjunto del año 2022 de un 7% (noviembre sobre noviembre), cada punto que se elevan las pensiones por la revalorización suponen 1.800 millones a las cuentas públicas. De esta forma, la revalorización para 2023 ascendería a 12.600 millones.

De hecho, en 2023 y 2024 las previsiones del Banco de España para el déficit son más desfavorables respecto a sus previsiones anteriores, fundamentalmente porque se han indexado las pensiones a la inflación y tendrá un impacto negativo en las cuentas públicas.

En concreto, en su informe sobre las proyecciones macroeconómicas de la economía española publicado este martes, el organismo que encabeza Pablo Hernández de Cos ha empeorado sus estimaciones de ingresos y gastos para este año, ya que el déficit público quedará en 2022 en el 5% del PIB, frente al 4,8% previamente estimado. Además hay peores perspectivas también para 2023 y 2023, con tasas del 5,2% y el 4,7%, respectivamente, frente al 4% y el 3,4% previos.

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