Las medidas de la UE, aunque estén en la fase de análisis, repercuten en las cotizaciones de las materias primas o de las compañías afectadas. Este martes la Comisión Europa ha propuesto aplicar embargos a las importaciones de carbón de Rusia y este combustible fósil ha elevado su cotización en los mercados internacionales. La sanción se ha decidido como respuesta a la masacre de la localidad ucraniana Bucha, a las afueras de la capital Kiev.

Era una posibilidad que se contempló desde el inicio de la invasión de Ucrania por el ejército ruso, pero después de los últimos acontecimientos fue reclamada por Emmanuel Macron, presidente de Francia, que pidió incrementar las sanciones contra Rusia. El líder francés es más proclive a aplicar embargos a productos energéticos que Alemania. Si bien el Gobierno de Berlín, pese a ser un gran importador de carbón ruso, aceptó la propuesta de París, siempre que no se incluya, al menos de momento, al gas. Tampoco al petróleo.

En este panorama los futuros del carbón de Newcastle, el mayor puerto de exportación de carbón que está situado en Australia, han ascendido al entorno de los 300 dólares la tonelada, frente a los 245 dólares de hace menos de una semana. Los analistas señalan que los países comunitarios dependen de Rusia para alrededor del 45% de sus importaciones. Lo que explica que la crisis originada por la guerra en Ucrania haya provocado que este fósil haya llegase a duplicar su cotización en un año, aunque con una elevada volatilidad. Mientras, en los puertos de Países Bajos y de otras naciones del norte de Europa, las reservas están en mínimos.

Europa compra a Rusia dos tipos de carbón: el térmico destinado a las centrales eléctricas y el metalúrgico, a la siderurgia. Y por su calidad es muy demandado. Si Europa depende en un 45% de ese país euroasiático, ese porcentaje es mayor en el caso de Alemania y Polonia. Además con la crisis del gas, Berlín se replantea la utilización de los 45.000 megavatios que suman sus centrales de carbón.

Con el gas fuera de la hoja de ruta actual, el vicepresidente económico de la comisión, Valdis Dombrovskis, destacó que se analizará las consecuencias de la aplicación de que las sanciones afecten al petróleo de Rusia, el primer productor del mundo. No obstante, grandes consumidores como China o India seguirán comprando el crudo de ese país. Como se teme el efecto en las cotizaciones y en el suministro, la posibilidad de alcanzar un acuerdo no parece cercana.

Y la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, ha revalidado la determinación de su Gobierno de «cortar la dependencia energética» respecto a Rusia, lo que empezaría con el carbón, para seguir con el petróleo y el gas.