(De Izq a D) Giovanni Castellucci, consejero delegado de Atlantia, Florentino Pérez, presidente de ACS u Marcelino Fernández, presidente de Hochtief
Reuters

ACS no tiene el camino despejado para lograr su objetivo de controlar la empresa concesionaria italiana Atlantia. Otro candidato ha surgido para competir por el control de este grupo de infraestructuras. El fondo estadounidense Blackstone, especialista en este tipo de empresas y activos, se va aliar con la familia Benetton para lanzar una oferta competidora contra la pactada por la compañía que preside Florentino Pérez y loa fondos GIP y Brookfield.

La posición de los Benetton en lo que se perfila una de las más relevantes batallas empresariales de los últimos años en Europa es clave; controlan en la actualidad el 33% del capital de Atlantia. Aumentó su posición tras vender la filial de autopistas Autostrade, que estaba lastrada por el accidente de Génova, con lo que mostró que es una posición clave dentro de su emporio industrial.

Mientras que ACS cuenta con una capitalización bursátil por 7.200 millones de euros, la empresa italiana tiene un valor en Bolsa de 15.700 millones de euros, con una elevada deuda que debería asumir. Pero la convertiría en el primer grupo de infraestructuras del mundo.

La compañía que va a ser objeto de disputa tiene posiciones relevantes en el entramado de aeropuertos de Italia y también de Francia. Controla Aeroporti di Roma, gestor del aeropuerto de la capital italiana, y es accionista del aeropuerto de Bolonia. Cuenta con centros en Niza y Saint-Tropez (Francia). Y es uno de los principales accionistas de Getlink, sociedad propietaria del Canal de la Mancha.

La operación, como ya ocurrió cuando salió a la venta Autostrade, no va a ser indiferente para el Ejecutivo que preside Mario Draghi, que se opuso con las herramientas que tenía en sus manos a la compra de la compañía de autopistas por ACS. Al final pasó a ser controlada por la italiana Caja de Depósitos y Préstamos (CDP).

ACS cuenta, asimismo, con una larga relación con Atlantia que incluyen acuerdos y desacuerdos. Fueron socios en la empresa de autopistas española Abertis, que estaba controlada por La Caixa, y que fue adquirida por los dos grupos en 2017.