El skyline de Dubái es ya un icono mundial, pero este emirato esconde algo más que edificaciones impresionantes. Allí puedes vivir un sinfín de experiencias gastronómicas, aventureras, deportivas, culturales… Además de visitar The Palm, el edificio más alto del mundo, o el primer siete estrellas del planeta, toma nota de estas recomendaciones si tienes pensado visitar este destino tan especial.

Acampar en pleno desierto. Situado en el corazón de la Reserva de Conservación del Desierto, Sonara Camp es una de las estancias más mágicas. Ofrece actividades y entretenimientos para todas las edades, como el tiro con arco y el sandboard. Pero lo mejor es la oportunidad de contemplar la puesta de sol en el desierto, justo antes de cenar bajo las estrellas.

Sumergirse en la cultura de Old Dubái. Hogar de mercados tradicionales, comidas auténticas y experiencias culturales únicas, los visitantes pueden pasear por las sinuosas callejuelas del Creek para descubrir las panorámicas y esencia genuina de la zona. Sobre el agua las emociones se intensifican: imperdible la excursión privada en el barco de madera Abra, que se convertirá en una oportunidad para fotografiar una perspectiva única de la ciudad.

Oro y tradición. Ya sea para echar un vistazo o para comprar un recuerdo que dure toda la vida, dar un paseo por el famoso Zoco del Oro se convierte en una cita ineludible para conocer uno de los mercados tradicionales más antiguos del emirato donde, incluso, se puede diseñar un anillo a medida para pedir matrimonio a esa persona tan especial.

Comer y cenar en establecimientos galardonados. Recientemente premiado como el mejor restaurante de la región de Oriente Próximo y Norte de África por The World’s 50 Best, 3Fils está situado en el puerto pesquero de Jumeirah y combina las vistas al mar con la cocina asiática moderna de influencia japonesa. Con platos tan tentadores como la carne de wagyu, el sushi y el pulpo a la parrilla, este restaurante es conocido por su ambiente informal pero elegante. Pero tampoco hay que perderse Maisan 15, uno de los secretos gastro mejor guardados de Dubái. Sus acogedoras cabinas de estilo diner, lo convierten en un punto de encuentro muy popular. El ambiente relajado y distendido hace que los visitantes que pretenden tomar solo el aperitivo o un café de especialidad, acaben pasando horas escuchando los viejos discos de vinilo que suenan de fondo o contemplando sus exposiciones temporales de arte.

Actividades en la nieve. En el emirato existe un enclave donde las temperaturas bajo cero son las que mandan. Se trata de la primera pista de nieve cubierta de la región: Ski Dubái. Los viajeros no solo pueden perfeccionar sus habilidades de esquí -el complejo cuenta con cinco pistas diferentes de distintos niveles de dificultad-, sino que también pueden disfrutar de muchas otras actividades, como el snowboard y el tobogán. Además, hay tirolinas e incluso encuentros con pingüinos, por lo que resulta un lugar perfecto para acudir junto a los más pequeños de la familia.

Viajar en el tiempo. El Museo del Futuro es el único en el mundo dedicado exclusivamente al futuro. Dispuesto en cuatro plantas con un diseño que lo convierte en una maravilla arquitectónica, es perfecto para explorar y aprender. Promete convertirse en una referencia de la cultura y un centro de innovación. Los visitantes pueden explorar elementos clave como los ecosistemas y la bioingeniería; la salud, el bienestar y la espiritualidad; e incluso el desarrollo de los recursos del espacio exterior. Una parada irresistible, ¿verdad?