¿Te imaginas poder guardar en un dispositivo móvil tu carné de conducir, el DNI, tus títulos académicos y contraseñas? Tener a mano estos datos personales, y otros muchos, facilitará tu desplazamiento por la Unión Europea con la garantía de poder realizar múltiples gestiones, de una forma ágil y segura. ¿Cómo es posible? Porque ya está en marcha la nueva identidad digital única europea, que estará contenida en los denominados wallets o carteras de identidad soberana. Su regulación dependerá del futuro reglamento eIDAS 2.0.

Fue el pasado junio cuando la Comisión Europea propuso crear una aplicación móvil para que la ciudadanía pueda contar con una identidad digital segura y de confianza. Desde un mismo wallet o cartera digital, cada ciudadano podrá guardar toda su documentación personal, lo que le permitirá identificarse y realizar gestiones desde su dispositivo móvil, tanto con las Administraciones públicas de los 27 países de la Unión Europea, como con las empresas privadas que operen en esos países.

Estos wallets de identidad digital única almacenarán los datos de pago y las contraseñas, y permitirán a los ciudadanos europeos compartir credenciales, acceder a los sitios web de las Administraciones de los países miembros o pagar las facturas de los servicios públicos y privado con una única identidad reconocida. Pero todavía se conoce muy poco sobre esta tecnología que nos permitirá contar con una identidad digital única, y que se desarrolla dentro del marco del Reglamento (UE) 910/2014, de 23 de julio de 2014, relativo a la identificación electrónica y los servicios de confianza para las transacciones electrónicas en el mercado interior. Conocido como el reglamento eIDAS, fue complementado en España por la Ley 6/2020, de 11 de noviembre, reguladora de determinados aspectos de los servicios electrónicos de confianza.

Uno de los puntos que se están trabajando con una mayor atención es el concepto de identidad digital y, más concretamente, como llevar a cabo su gestión online. Para ello, es será necesario contextualizarlo dentro del futuro marco eIDAS 2.0, dado que “es fundamental que el punto de partida sea la soberanía de la identidad personal, es decir, que cada individuo es el dueño absoluto e inequívoco de su identidad”, asegura Juan Pablo Yagüe, director general de Serban Biometrics, compañía del grupo Serban especializada en soluciones de identificación y autenticación biométrica, que ha desarrollado en los últimos años soluciones tecnologías biométricas, entre otras: firma digitalizada, huella dactilar, reconocimiento de voz, iris y facial, etc.

Y añade Yagüe que si bien todavía es muy pronto para saber qué tecnologías se utilizarán para estos monederos, hay algunos elementos que deberán formar parte del proyecto para que éste sea un éxito. Por ejemplo, que el wallet cuente con cobertura dentro de toda la UE o el grado de aprobación de la ciudadanía. “Además, habrá que pensar y definir cuáles serán los casos de uso del servicio o el diseño de la experiencia del usuario”, añade este experto.

IA, biometría y ‘blockchain’
Junto a todo ello, apunta Yagüe que “es importante tener en cuenta que la delimitación de la arquitectura del propio wallet será una tarea de cada país miembro, una vez que se definan las bases del servicio y siempre cumpliendo con los requisitos necesarios y autorizando a los proveedores de este. Entre las tecnologías que más suenan dentro de eIDAS para ser las responsables de materializar esta iniciativa están la inteligencia artificial, los distintos tipos de biometrías y la cadena de bloques o blockchain”.

La seguridad de estas carteras donde se almacenan datos es primordial. Por eso, según el director general de Serban Biometrics, será imprescindible que se utilice una arquitectura descentralizada, algo que “le aportará una gran autonomía y aumentará notablemente la protección de los datos”.

“La primera versión que se planteó de eIDAS ya trató de crear un marco único de identidad digital y servicios de confianza. Pero las limitaciones inherentes al sector público, y lo complicado de su uso y de la manera para que los proveedores privados se conectarán al sistema, restringieron su presencia y su uso. Será imprescindible que en eIDAS 2.0 se simplifique la creación y el uso de las identidades digitales, tanto para nuestra autenticación como para los procesos de firma. Porque, si esto se logra y se aplican los requisitos indispensables para la unificación del mercado digital, el resto vendrá solo, consiguiendo una regulación robusta y fuerte en temas de interoperabilidad y transfronteriza entre países de la UE”, concluye Yagüe.

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