Las estadísticas del Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés) muestran que las exposición de las entidades financieras a Rusia han estado en declive desde 2014, en el período posterior a la anexión de Crimea por parte de Rusia, no reconocida por Occidente. A fines de 2021, era de 88.000 millones$, casi la mitad que a principios de 2014 (171.000 millones).

A medida que disminuían sus activos transfronterizos frente a Rusia, los bancos en el extranjero se convirtieron en prestatarios netos, con unos pasivos netos 23.000 millones a fines de 2021. Sus pasivos netos con los bancos en Rusia, que incluyen posiciones con el Banco Central de la Federación Rusa  aumentaron durante este período, de 37.000 millones a 44.000 millones. Esto reflejó en parte el crecimiento de las colocaciones de reservas de divisas del Banco Central de Rusia en bancos comerciales fuera del país.

Por el contrario, los bancos que forman parte del BIS siguieron siendo prestamistas netos de entidades no bancarias en Rusia, por una suma de 21.000 millones a fines de 2021. Tras los acontecimientos de 2014, se produjo un cambio importante entre los proveedores de crédito bancario transfronterizo a Rusia. Los bancos de la zona del euro, tradicionalmente los acreedores dominantes, vieron caer su participación en los activos transfronterizos globales frente a Rusia del 47% al 44 % a fines de 2021.

Los bancos en otras economías avanzadas, en particular el Reino Unido, también frenaron el crédito.

Por el contrario, los bancos de otros países ampliaron su participación, del 22 % al 32% del total a fines de 2021. 

El BIS tambien detecta una disminución general de los activos frente a Rusia desde 2014. pero precisa que esta estadística  no incluye los datos de los bancos chinos.

El 70% de los activos exteriores frente a Rusia han sido del sector privado no bancario. En segundo lugar, la caída registrada desde 2014 estuvo impulsada por bancos con sede en Francia y Estados Unidos, cada uno de los cuales contrajo alrededor de la mitad.

Los bancos franceses e italianos tenían los mayores activos extranjeros pendientes sobre Rusia a finales de 2021, con más de 20.000 millones$.

Los activos de los bancos frente a Rusia se contabilizan principalmente a través de sus filiales locales allí. En los bancos austriacos, los activos locales representaron más del 95% de sus activos extranjeros consolidados en el país.

Las estadísticas del BIS también reflejan la fuerte caída en las garantías otorgadas a los prestatarios rusos: de casi 140.000 millones$ en el primer trimestre de 2014 a 34.000 millones a fines de 2021.

Ls compromisos crediticios no desembolsados ​​(por ejemplo, líneas de crédito) y los derivados con valor de mercado positivo experimentaron contracciones modestas. Como resultado, las otras exposiciones potenciales combinadas de los bancos internacionales ascendieron a 49.000 millones a fines de 2021. Esto hizo que sus exposiciones totales generales a Rusia fueran hasta un 50% más altas que sus activos extranjeros informados sobre el país.

Ucrania, la décima parte que en Rusia

En cuanto a Ucrania, las exposiciones totales de los bancos internacionales son mucho menores que las de Rusia. Con 14.000 millones a fines de 2021, los activos extranjeros en Ucrania eran aproximadamente una décima parte de los de Rusia, y los bancos austriacos, franceses y estadounidenses tenían la mayor parte de la exposición.

El riesgo crediticio adicional incurrido a través de otras exposiciones potenciales, aproximadamente 4.000 millones$, también es relativamente pequeño, según el BIS.