La última oferta patronal ha terminado por hacer saltar por los aires la paz social en el sector de los contact center. Un sector abonado al conflicto. Y donde trabajan 120.000 personas, en su mayoría mujeres. Con sueldos de 800 euros, que atienden los servicios telefónicos de las principales compañías del país e incluso de la Administración.

La oferta patronal de congelar los salarios en 2020, subirlos un 0,8% en 2021, y un 2,5% cada uno de los años 2022 y 2023 ha sido hoy tildada de “insulto” por UGT y CCOO, los dos sindicatos que han convocado la huelga de 24 horas el próximo viernes 13 de mayo, y sucesivos paros, a razón de uno por mes, hasta que se firme un nuevo convenio colectivo “digno”, afirmaron hoy responsables del sector de ambas centrales.

La patronal se niega a subir salarios en 2020. Aduce, según los sindicatos, que ya no puede repercutir a sus clientes esas subidas. Pero los sindicatos replican que esta es su táctica habitual. Y que siempre hacen lo mismo, dilatar la negociación y ahorrarse así un par de años de subida salarial.

De hecho, afirman los sindicatos, a veces les han propuesto pactar anticipos a cuenta. Y cuadrar luego las cifras cuando se haya cerrado el pacto colectivo. Algo a lo que las empresas se han negado en redondo, protestan.

Los sindicatos, por su parte, admiten que sus propuestas salariales se han quedado “obsoletas” por culpa de la inflación rampante, que rondó el 8,4% el pasado mes. Y piden ahora que los trabajadores recuperen todo el poder adquisitivo al final del período (2023), mediante unas cláusulas de revisión salarial. “Sin cláusulas de revisión salarial habrá conflicto y no habrá convenio”, afirmó hoy José María Martínez, de CCOO.

Según los teleoperadores la pérdida de poder adquisitivo desde que caducó el último convenio a finales de 2019 se cifra en un 16%.

Salarios de 800 euros 

El sector de contact center está formado por 120.000 personas, que trabajan ofreciendo la atención telefónica de algunas principales empresas del país, entre las que figuran bancos, aseguradoras, energéticas, ‘telecos’, y hasta la Administración, que también subcontrata estos servicios.

De los 120.000, unas 96.000 son mujeres. Y todos ellos cobran de media poco más de 800 euros al mes. El motivo es que tres cuartas partes trabajan a tiempo parcial, con contratos de unas 30 horas.

Aun así, tras las últimas subidas del salario mínimo interprofesional (SMI), hasta los 1.000 euros en catorce pagas, hay dos categorías profesionales del convenio de contact center —antes, telemarketing— que quedan por debajo de ese umbral. Y una tercera que solo lo supera por 400 euros en el cómputo anual.

“Son salarios de miseria”, advierten los sindicatos, que piden elevar los emolumentos de los telefonistas, ahora que la pandemia ha elevado la cifra de negocio de las compañías del sector, que en 2020 ingresaron un 0,8% más que el año anterior, es decir, unos 3.300 millones de euros.

Sin compensación por teletrabajo

Pero los planes de las empresas van por otro lado, a juzgar por las críticas sindicales. En primer lugar, la remisión de la pandemia, o al menos de sus efectos más restrictivos, no se ha traducido en una vuelta al trabajo en las oficinas.

De hecho, un 80% de las plantillas sigue trabajando en casa, a pesar de que solo una de las cinco grandes empresas que acaparan la mitad del negocio, Majorel, compensa en la actualidad los gastos del trabajador por este motivo.

La ley obliga a las empresas desde hace meses a compensar los costes del trabajo remoto a las plantillas. El problema es que esa regulación depende de la firma de un nuevo convenio colectivo.

Los sindicatos acusan a la patronal de dilatar durante 28 meses la negociación precisamente para ahorrarse este gasto, además de la subida salarial de 2020; primer año de vigencia del futuro pacto colectivo.

Además, retrasando el convenio, las empresas consiguen demorar la conversión en fijos de unos 12.000 trabajadores con contrato de obra o servicio; una modalidad proscrita por la reforma laboral ya vigente, y que los sindicatos estiman hoy en “fraude de ley”.

Por último los sindicalistas acusan a las empresas del sector de abusar de la contratación a tiempo parcial. No en vano unos 96.000 trabajadores la tienen, en torno al 75%, muy lejos de la cifra general para el conjunto del mercado laboral, que roza el 14%.

Jornadas a tiempo pacial en muchos casos no deseadas, que recortan los salarios. Y también derechos, según los sindicatos, que critican un “uso torticero” de este contrato, mediante el cual los empresarios logran modificar la jornada de los trabajadores, más fácilmente que con otro tipo de jornada, denunciaron hoy.

UGT y CCOO anticipan el éxito de la jornada de huelga convocada el próximo viernes, 13 de mayo, y advierten de que habrán nuevos paros en tanto que no se firme un convenio digno que incluya cláusulas de revisión salarial.