Después de dos sesiones abracadabrantes, ahora toca una de respiro y los índices europeos aprovecharon la coyuntura para recuperar una parte del terreno perdido, aunque van a tener que sudar mucho más si quieren volver a donde estaban antes de que Irlanda y sus problemas arruinaran la racha de subidas.

Claro, que como nunca llueve a gusto de todos, el Footsie londinense se he hecho el remolón. No le ha sentado bien al índice británico la noticia de que Gran Bretaña se involucrará activamente (con dinero de por medio) en el rescate del sector financiero irlandés.

Lo que no entiendo muy bien es que esta participación británica no estuviera «descontada» por los mercados. Tiene toda la lógica del mundo, aunque Irlanda esté en el euro y Gran Bretaña no, pero la economía irlandesa viene a ser a la británica algo semejante a lo de la portuguesa y la española. No obstante, el asunto no se saldó en negativo para el Footsie, sino con un limitadísimo avance de solo el 0,19%.

En cambio, el resto de mercados reaccionaron con algo más de contundencia y destaca esta vez la mejoría del Ibex. Un 0,93% de subida al cierre de la sesión no es para echar las campanas al vuelo, pero refleja que al menos el selectivo español tiene ganas de presentar batalla. Una sensación muy distinta a la de brazos caídos que ha dado en las dos últimas sesiones. Con solo cuatro valores en negativo, la lástima para el índice español fue que Telefónica aprovechó la sesión para sestear, lo que también es lógico despúes de que lleve varias semanas sosteniendo ella solita al selectivo.

En el resto de mercados, sesión al alza pero sin grandes aspavientos, que las dudas siguen ahí y no se van a disipar de la noche a la mañana. Al menos, ahora todo el mundo sabe que los irlandeses se han salido con la suya. Nadie les meterá, de momento, mano en el presupuesto, y el rescate se limitará a su maltrecho sector bancario. Era lo que ellos querían y, en cierta forma lo que la UE deseaba. No es lo mismo rescatar una economía, como pasó en el caso griego, que un sector bancario del tamaño del irlandés. Pero Irlanda se ha comprometido a presentar un plan creible la semana que viene para recortar drásticamente su déficit público y como no sea muy convincente  volverá a arreciar la tormenta, así que los mercados optan por el respiro pero mantienen la prudencia.

El Dax alemán (Dios mío, cómo envidio la solidez de este índice frente a la endeblez del Ibex) se quedó literalmente a las puertas de los 6.700 puntos y cerró a 6.699,20 tras subir un 0,54%. Con esto le basta para volver a donde estaba en la apertura de la jornada del lunes y a nada que se descuiden y si las cosas siguen con el guión marcado, en otro par de sesiones recupera lo perdido respecto al cierre del pasado viernes.

Por su parte, el CAC francés recuperó un 0,79% y sigue pendiente de las crisis internas y de las externas, que aquí se está juntando todo. En cualquier caso, la apertura al alza en Wall Street le sentó magnificamente al indice francés, que se había mostrado dubitativo a lo largo de la mañana.