Medio millón de alumnos de Universidad y formación profesional (FP) realizan hoy prácticas no laborales. Las prácticas esconden muchos casos de fraude. Y el Ejecutivo ha prometido atajarlo, redactando el Estatuto del Becario. Ayer se presentó el primer borrador para esta negociación. Un documento en que se propone que los becarios cobren una compensación económica mientras realizan las prácticas. Y que coticen a la Seguridad Social, informó hoy el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), que participa de la negociación, y que se ha mostrado favorable al contenido del borrador.

El Ejecutivo lanzó ayer la propuesta durante la primera reunión de la mesa que el Ministerio de Trabajo ha muñido a fin de redactar el Estatuto del Becario, o de las prácticas no laborales, como prefiere llamarlo CCOO. Paralelamente otra mesa discute los asuntos relacionados con la cotización, que corresponden al Ministerio de la Seguridad Social.

En el encuentro, el Ejecutivo propuso una compensación económica para quienes realizan prácticas no laborales. Y obligar además a las empresas a que coticen por ellos a la Seguridad Social.

La propuesta afecta a entre 400.000 y 500.000 becarios que realizan actualmente prácticas no laborales en España. Una estimación poco fiable, sin embargo, debido a la opacidad del sistema, abonado al fraude, según CCOO.

No hay datos muy fiables. Pero se calcula que el 63% de los becarios en España lo hacen en fraude de ley; es decir, desempeñando en realidad trabajos encubiertos, y sin aprender nada de lo que les correspondería en virtud del carácter formativo de su estancia en la empresa, según los datos correspondientes al 2013 del Eurobarómetro, subrayó hoy jueves el sindicato.

Según la central, el Ejecutivo ha propuesto que los becarios cobren una compensación económica. Pero no ha fijado su importe en este momento inicial de la negociación, resaltan desde el sindicato. “El documento supone un buen punto de partido”, afirma Mari Cruz Vicente, ‘número dos’ del sindicato.

También plantea el Ejecutivo que los becarios coticen a la Seguridad Social. Una cuestión que se negocia en mesa aparte, con dos reuniones ya en el Ministerio de Seguridad Social.

Ayer precisamente los patronos pidieron unificar ambas mesas. Algo que no gusta a CCOO, que apunta un “retraso injustificado” en la negociación si se cumpliera este deseo patronal.

CCOO se plantea concluir las negociaciones del Estatuto del Becario antes del verano. Y poder aplicar la nueva normativa sobre prácticas no laborales el próximo curso.

Sin embargo, el sindicato debe lidiar con un doble problema. Por un lado atajar el fraude. Pero por otro tratar de que no se reduzcan las ya pocas posibilidades de hacer prácticas que tienen los jóvenes universitarios y estudiantes de FP en nuestro país.

No en vano, el sindicato desveló hoy un “preocupante” descenso en las prácticas remuneradas, que han pasado de 60.000 a 80.000 antes de la pandemia, a menos de 8.000 en marzo. “No se recuperan”, lamenta el responsable de juventud de CCOO, Adrià Junyent.

El Estatuto del Becario tratará de atajar una situación marcada por la ausencia de derechos. Actualmente los becarios no cotizan por desempleo ni tienen por tanto derecho a paro. Tampoco generan pensión. Ni tienen la cobertura de la Seguridad Social en caso de un accidente de trabajo, al no cotizar por este concepto, denuncian desde CCOO.

“Se trata de regular este tipo de prácticas para acabar con el fraude que se viene produciendo y evitar que ese convierta en mano de obra barata, y que prime el trabajo sobre la formación”, subraya Vicente.

La central confía en sumar a los empresarios a la redacción del Estatuto. Si es así, será luego mucho más fácil la lucha contra el fraude, auguran. Y se cubrirán con más facilidad los puestos para los que hoy no hay mano de obra. “Formar a los trabajadores también es responsabilidad de las empresas”, añaden.

Según CCOO, los empresarios descuentan ya que las empresas tendrán que cotizar por sus becarios a la Seguridad Social.

Propuestas de CCOO

El sindicato ha enumerado hoy algunas de las propuestas que llevará a la mesa de negociación del futuro Estatuto del Becario.

En primer lugar pretende que los becarios coticen a la Seguridad Social por todas las contingencias, salvo por la del Fogasa o Fondo de Garantía Salarial; es decir, cotización por contingencias comunes, enfermedad o accidente laboral y jubilación.

También quieren que se fije un umbral mínimo de 290 euros que cobraría el becario. Un “apoyo” económico mínimo resultado de dividir por dos el Iprem o indicador de rentas múltiples, hoy fijado en 579 euros al mes.

El Ejecutivo se ha mostrado a favor de dicha compensación en el borrador, aunque sin fijar una cuantía. Sin embargo, el sindicato quiere que esos 290 euros sean un suelo mínimo que pueda mejorarse en los convenios colectivos, en contra de lo planteado por el Ejecutivo, consistente en que sea el becario quien, individualmente, negocie su compensación en caso de se carezca en la empresa de representación sindical. “Eso es algo muy difícil”, recalcó Vicente.

Finalmente, CCOO propone también abrir un Observatorio sobre las prácticas no laborales a fin de acabar con el “apagón estadístico” en este ámbito.

Y fortalecer el papel de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social, cuya actuación ha permitido descubrir 3.000 casos de fraude de trabajadores que han sido convertidos en indefinidos por la labor de la inspección.

También propone sanciones a las empresas que incumplan la normativa. Y acumular tantas sanciones como estudiantes en prácticas en fraude de ley haya en la empresa, de modo similar a lo dispuesto en la última reforma laboral con las multas sobre temporalidad.

Por último el sindicato propone establecer bonificaciones para la conversión en indefinidos de los becarios que se queden contratados en la empresa al finalizar sus prácticas; y otras acciones, como un sello de calidad para las empresas destacadas en el cumplimiento de la normativa.

También se propone, en consonancia con el Gobierno, fijar un límite al número de becarios en las empresas en función de su tamaño. Algo que no ha gustado a los patronos, según CCOO. “No puede ser que una empresa pequeña tenga diez becarios”, ilustra Vicente.