Fuerte, valiente y segura son valores que me representan. Y ahora más que nunca se refuerzan, tras coger de nuevo las riendas de mi vida y volver al lugar donde están mis raíces. Tras 40 años de vida frenética, con dos hijos, horarios estrictos, trabajando durante 15 años en una multinacional en Madrid, y una pandemia de por medio, llegó el momento de tomar la decisión más importante de mi vida: una apuesta por volver a mis orígenes, al Valle del Jerte, a reencontrarme con la naturaleza y disfrutar de la vida a mi manera.

Crecí entre cerezos y retomar el negocio familiar suponía un gran desafío para mí, pero lo asumí con miedo e ilusión a partes iguales. Cargada de ilusión me he acercado de nuevo a mis cerezos, esos con los que maduré, en los que cada verano al terminar el colegio ayudaba a mis padres en la recolección pasando largas y duras jornadas de trabajo. No cambiaría por nada del mundo los bellos recuerdos de esa época.

¿Quién me iba a decir que todo lo aprendido y vivido me serviría? ¿Acaso tendría los conocimientos suficientes sobre mis tierras y cultivos, que hoy me permiten llevar el negocio con total conocimiento y seguridad?

Yo soy La Patrona Cerezas
No me resultó difícil. Lo había vivido desde pequeña, durante toda mi infancia y adolescencia. Me había criado escuchando todo sobre los cerezos, trabajé en el campo durante muchas temporadas. Aun así sentía que debía demostrar que servía para ello. Tradicionalmente el campo ha sido un mundo de hombres. Y en ese mundo cabe patrón, pero patrona… Eso es otro cantar.

Un buen día, mi gente, esas personas que llevaban toda la vida trabajando con mi padre en la recolección en el Valle del Jerte llamándolo Patrón, me llamaron Patrona. Fue de manera cariñosa, al inicio de esta aventura; desde entonces, dieron nombre a la marca, La Patrona Cerezas. Es un nombre con carácter que identifica totalmente mi esencia. Además, tiene un significado maravilloso; según la Real Academia Española, en una de sus acepciones, la patrona es la protectora.

Volvía a mis orígenes, al negocio familiar, pero esta vez sería a mi manera. La Patrona Cerezas iba a tener mi carácter y personalidad, y lo íbamos a adaptar a los nuevos tiempos. Mientras esto pasaba, mi padre repetía sin cesar: “Esta muchacha se ha vuelto loca”.

Del campo a casa
Lo primero sería hacer llegar mis cerezas desde el Valle del Jerte a todos los lugares de España. Mi obsesión era y es que la gente disfrute de cada bocado como lo hago yo en el campo, fresco y natural, con todo su sabor y olor. Por ello, en el proceso de distribución no se da la refrigeración en cámaras, ni procesos que puedan alterar la naturaleza de la fruta, que va directa del campo a casa.

Para mí es importante mantener la esencia de lo auténtico y poner en valor la artesanía. Creé La Patrona Cerezas para que todo el mundo pudiera disfrutarlas y saborearlas como lo hago yo, directas del árbol. Según recolectamos vamos preparando los envíos. Por la tarde el servicio de transporte las recoge y al día siguiente (antes de 24h) los clientes las tienen en sus casas. Quería que hubiera historias y emociones detrás de cada caja de cerezas. Quería humanizar, renovar y modernizar un negocio tradicional.

No quería trabajar los cultivos, recolectar la fruta y entregarla a otras personas para que la vendieran. Yo tenía que ir más allá, dejarme llevar por lo que siento, porque solo así podía construir un negocio real, de verdad, alineado conmigo y con mis valores.

El camino recorrido
2021 fue el primer año de La Patrona Cerezas y un tiempo realmente bonito. Echo la vista atrás y, ¡cuántas cosas han ocurrido en tan poco tiempo! Hemos abierto varias líneas de negocio, una de ellas es la colección cápsula de menaje del hogar inspirada en el campo, de la mano de Taller Valiente (cerámica) y de Ellas Lo Bordan, una empresa madrileña de inserción laboral que apoya a mujeres en situación de vulnerabilidad, apostando por un empleo digno.

Después de tantos meses llevando a casa las mejores frutas de temporada y productos para el hogar hechos con cariño, de vez en cuando me emociona mucho encontrarme y conocer en persona a mucha gente que ya forma parte de la gran familia de La Patrona. Y no puede haber mejor momento que cuando los cerezos están en flor o con sus deseadas cerezas. Por eso, a finales del pasado marzo organizamos la nueva línea La Patrona Experience, una oferta de visitas a los campos de cerezos en flor. Con visitas guiada y cata de productos locales incluida, es una experiencia para toda la familia.

Ya tenemos fechas para las visitas de los próximos meses. Pasar la mañana descubriendo los campos de cerezos con La Patrona, conocer más sobre su cultivo y ver de primera mano todo el proceso artesanal de la recolección. Se ofrecerá un menú degustación dedicado a la cereza en uno de los restaurantes más destacados de la zona.

La campaña de cerezas 2022 se presenta muy interesante, cargada de novedades. Porque La Patrona Cerezas es un negocio muy vivo y en constante cambio, que se mueve al ritmo del campo y nacido de una emprendedora con garra, valiente, sin miedos. Y sigo con muchas ganas de hacer, crear y colaborar con proyectos nuevos, siempre alrededor del campo y de su esencia.

Sandra Mahillo ha relanzado la empresa agrícola de su familia. Ahora con el nombre La Patrona Cerezas y diversas líneas de negocio, vende a domicilio y en toda España los frutos del Valle del Jerte.

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