Sus años de preparación quedaban demostrados sobre el escenario, con un control absoluto de la voz a pesar de la acrobática coreografía que se mostraba en el escenario. Al, terminar la canción, la cantante agradecía su apoyo al público y aseguraba que esta experiencia la recordaría todos los días de su vida.

Lo que no se imaginaba Chanel es que conseguiría hacerse un hueco en el podio, algo que España solo ha alcanzado en ocho ocasiones durante los sesenta y seis años de recorrido de festival. La actuación de Chanel se recordará como el año en que España conseguía hacerse un hueco entre los más valorados, alcanzando un total de cuatrocientos cincuenta y nueve votos, haciéndose con el tercer puesto del festival.