El excanciller de Alemania Gerhard Schroeder abandonará su cargo como director de la junta de supervisión de la petrolera estatal rusa Rosneft. La decisión se conoce tras semanas de críticas por su vinculación a una compañía en el punto de mira internacional por la invasión rusa de Ucrania.

Rosneft,en la que el Gobierno ruso posee el 51% de las acciones, es la compañía petrolera más grande del país y una de las mayores del mundo en términos de volumen de producción y número de reservas.

El Parlamento Europeo ya había amenazado con sancionar a Schroeder, de 78 años y amigo desde hace mucho tiempo del presidente ruso Vladimir Putin, por su negativa a abandonar un cargo que era visto como de intermediario entre Rusia y los mercados occidentales, y que por tanto vulneraba las sanciones internacionales.

El jueves 19 de mayo, el comité de presupuesto del Bundestag recortó los fondos para la oficina y el personal del excanciller, tras alegar que ya no realiza ninguna tarea relacionada con su antiguo cargo.

El comunicado, recogido por el informativo alemán Tagesschau, puntualiza que la decisión fue aceptada «con comprensión» por las partes involucradas, destaca las aportaciones de Schroeder y le agradece sus servicios.

Rosneft, de la cual el Gobierno ruso posee el 51% de las acciones, es la compañía petrolera más grande de Rusia y una de las compañías petroleras líderes en el mundo en términos de volumen de producción y número de reservas.