Edificio de la empresa Abengoa en la capital, Madrid

Abengoa enfila la última oportunidad para salvar la filial Abenewco 1 que agrupa las actividades operativas del grupo tecnológico y energético. Después de meses de negociaciones para lograr un socio que aporte fondos y mercados, el fondo de EE UU TerraMar ha quedado como el único candidato para adquirir el 70% del capital. No era la posibilidad que se consideraba más idónea, pero es la única.

La matriz, que está en concurso de acreedores y bajo administración concursal desde 2021, ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la pasada noche sobre la difícil situación que atraviesa, y que únicamente puede superar con el apoyo del Estado. El grupo andaluz pide que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) aporte 249 millones de euros; es la condición que TerraMar ha puesto para entrar en el accionariado, que conlleva una aportación de 200 millones. También será necesario la participación del Cesce.

Y tendrá que aprobar la operación de salvamento en pocas semanas. La sociedad pública tiene como máximo hasta el 30 de junio para dar luz verde a la transacción,. Para la SEPI, que ahora cuenta con más datos de esta crisis empresarial, no es una solicitud nueva, si bien ahora el plazo se está agotando. El próximo 30 de junio concluye la etapa abierta por Bruselas para que los países puedan otorgar ayudas públicas, que se programo con el fin de que las subvenciones salvasen empresas afectadas por la pandemia.

La oferta de TerraMar, en caso que salga adelante, se estructurará a través de un préstamo de 140 millones y una inyección de capital de 60 millones. El objetivo es que la compañía pueda pagar parte de su deuda. El plan deja la puerta abierta a la participación de la plataforma de accionistas minoritarios de Abengoa que lidera Clemente Fernández, quien se opuso a la entrada de TerraMar con el argumento, entre otros, que Abengoa debía defender la españolidad del grupo.

Abengoa ha destacado que solicitará el concurso de acreedores de la filial si no logra el respaldo de la SEPI, lo que implicaría la liquidación de la empresa que cuenta con  más de 5.000 empleados.