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Las consecuencias del cambo de política del Gobierno español respecto al Sáhara Occidental se han plasmado con la decisión de Argelia, anunciada este miércoles, de romper las relaciones económicas y comerciales. Preocupa de forma prioritaria el contrato de suministro de gas natural que ya quedó afectado por el cierre del gasoducto del Magreb por la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Argelia y Marruecos.

En estos meses como consecuencia del cierre del tubo que transportaba el gas desde Argelia hasta Cádiz, pasando por territorio marroquí, la dependencia del hidrocarburo argelino desde más del 4% hasta menos del 30%, porcentaje que sigue siendo más que relevante y que, asimismo, es más barato que el que llega por barco.

Naturgy, la compañía que es el interlocutor con la argelina Sonatrach que además es propietaria de más del 4% del capital de la energética española, cuenta con una baza a su favor; el principal contrato de suministro hasta 2032. Hay otro dato que refuerza la idea de que Argelia no cortará el grifo en los próximos años: ya ha cerrado el del Magreb y el gas es su principal, casi la única, fuente de ingresos. En el peor de los escenarios, España recurriría a arbitrajes internacionales.

Si bien el conflicto de produce con el mercado del as como una de las más importantes incertidumbres que tiene Europa incluso desde antes que se iniciará la invasión de Ucrania por Rusia. Y todos loa países, tanto los europeos como asiáticos, se mueven con el objetivo de asegurarse suministros que eviten, entre otros problemas, cortes y racionamientos de gas y de electricidad cuando se acerque el invierno. Y que afectarían tanto a la industria como a los consumidores domésticos.

Mientras, Naturgy ya está inmersa en un proceso de revisión de precios para el periodo de 2022 a 2024, con efectos retroactivos, aunque los volúmenes no estarían en cuestión; estas negociaciones se producen cada tres años. Ahora Estados Unidos se ha convertido en el primer suministrador de gas a España, quedando Argelia en el segundo puesto.

España, así como el grupo que preside Francisco Reynés, se enfrentan en este contexto a movimientos como los que protagoniza el presidente de Italia, Mario Draghi, que negocia el aumento de las compras de gas a Argelia y a Nigeria. Aunque Bruselas se ha planteado las compras comunes de los miembros de la UE.