La Comisión Europea ha presentado este miércoles una propuesta para reducir el uso de pesticidas químicos un 50% hasta 2030 en la Unión Europea y otra para restaurar los ecosistemas comunitarios dañados, desde los bosques a las tierras de cultivos o los ecosistemas marinos.
«Proponemos una ley para restaurar el 80% de los ecosistemas que están dañados», ha indicado el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Frans Timmermans, en rueda de presenta durante la presentación de ambas propuestas, que ha indicado que la propuesta no implican más áreas protegidas sino que «va de la mano de las actividades económicas».
En un paso más, el vicepresidente de la Comisión Europea ha puesto de ejemplo la gota fría en España del impacto del cambio climático, y ha manifestado que es un fenómeno que ahora se produce anualmente, frente a una tendencia anterior espaciada en años.
Así Bruselas ha propuesto fortalecer las reglas para reducir el uso de pesticidas químicos en un 50% para 2030 de cara a contribuir a crear sistemas alimentarios sostenibles en línea con lo planteado por el Pacto Verde Europeo para garantizar la seguridad alimentaria, al considerar que las reglas de la actual directiva de Uso Sostenible de Pesticidas son «débiles».
Esta propuesta plantea que los agricultores deben utilizar métodos alternativos para la prevención y control de plagas, de tal manera que los pesticidas químicos sean el último recurso. Para lo cual, los países de la UE deberán establecer reglas específicas para cada cultivo en las que identifique alternativas a los pesticidas químicos.
Con prácticas como rotación de cultivos y agricultura de precisión se podrá ejecutar esta medida, ha indicado Timmermans.
En este sentido, la comisaría de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, ha incidido en que «no estamos prohibiendo los pesticidas solo planteamos sustituirlos con alternativas sostenibles» y ha matizado que no proponen una sola medida para todos los Estados miembros ni todos los campos y ha apuntado que «ayudaremos a los agricultores económicamente en los próximos 5 años».
Así, esta normativa incorpora un paquete de políticas para apoyar a los agricultores en la transición hacia un sistema de producción de alimentos más sostenible, que incluye medidas dentro de la Política Agraria Común (PAC) para compensar a los agricultores por los costes relacionados con la implementación de esta normativa en los próximos 5 años así como medidas para incrementar las alternativas biológicas.
Además, esta nueva regulación prohibirá el uso de pesticidas en áreas sensibles, como zonas urbanas verdes como parques, zonas de recreo, senderos públicos o áreas protegidas en línea con lo planteado por Natura 2000, para preservar a los insectos polinizadores amenazados.
La propuesta de Bruselas establece normas claras y objetivos jurídicamente vinculantes a nivel nacional para lo que los Estados miembro deben trazar una ruta de hitos nacionales. Para llevar a cabo la implementación de esta normativa, los Estados miembro deberán presentar ante el Ejecutivo comunitario un informe sobre su implementación y progreso.
Restauración de ecosistemas naturales
El Ejecutivo comunitario ha presentado, además, la primera propuesta legislativa para fijar objetivos de restauración de ecosistemas naturales en la Unión Europea, que plantea establecer medidas de este tipo para, como mínimo, el 20% de los hábitats naturales europeos en 2030 y extenderlo a todos los ecosistemas que necesiten restauración hasta 2050.
La medida contará con una dotación de 100.000 millones de euros para gasto en biodiversidad y restauración de cara a cumplir una serie de objetivos planteados como revertir la reducción de las poblaciones de polinizadores en 2030, y que aumenten a partir de esta fecha o garantizar que no se produzca ninguna pérdida neta de espacios verdes urbanos, para que éstos aumenten un 5% hasta 2050.
Además, establece un mínimo del 10% de árboles en cada ciudad o pueblo europeo, avanzar en los espacios verdes integrados en los edificios y aumentar la biodiversidad en los ecosistemas agrícolas.
La normativa será extensible a bosques, terrenos agrícolas, ecosistemas marinos y de agua dulce o urbanos, y tratará de mejorar la biodiversidad de los espacios naturales para generar ecosistemas más resilientes al cambio climático, mejorar la seguridad alimentaria y la salud humana.
La nueva legislación, que se basa en la Directiva de Hábitats y espacios protegidos de la Red Natura 2000 aunque cubre un rango más amplio de ecosistemas, establecerá objetivos de restauración del 80% de los diferentes hábitats terrestres y marinos, para mejorar el almacenamiento de carbono y prevenir y reducir el impacto de desastres naturales como inundaciones.