“La dación en pago ya se practica en España por parte de los promotores”

15/11/2011

Joan Carles Valero. La dación de sus viviendas en pago de las hipotecas que muchos españoles reclaman como compradores y usuarios del mercado inmobiliario, ya se practica en España por parte de los promotores, según ha denunciado el ex presidente de Caixa Catalunya, Antoni Serra Ramoneda, que también ha anunciado la desaparición de las obras sociales.

En el “road show” que Serra Ramoneda está realizando estos días para presentar su libro «Los Errores de las Cajas», de Ediciones Invisibles, ha denunciado que la exposición en el sector inmobiliario de las cajas “ha sido muy intensa y lo están pagando hoy en día”. Para el ex directivo de la segunda caja catalana, “el origen del problema fue pasar de dar sólo créditos a los compradores de viviendas que las usaban para vivir y que las entidades sabían calcular si las podían pagar, se pasó de golpe a conceder los créditos a los promotores, que ahora ejercen la dación en pago”. En el caso de que esa figura extendida en el mundo anglosajón de entregar la vivienda al banco para amortizar la hipoteca se incorporara en la legislación española, Serra Ramoneda advierte que “cualquier jurista diría que, en todo caso, la dación en pago no podría ser retroactiva”.

Respecto al tamaño de las entidades financieras tras la reordenación, Serra Ramoneda mantiene que “no es forzoso que la dimensión comporte competitividad en las cajas”, y señala el ejemplo de las más pequeñas del sistema español, Ontinyent y Pollença, que siguen como cajas de ahorros sin haber realizado ningún movimiento de transformación en bancos ni mediar fusiones. Serra Ramoneda dice que su libro es una «respuesta» a los argumentos del gobernador del Banco de España y a su política, que ha conducido a este «cambio drástico» en el sector y en el que todo el mundo ha participado y todo el mundo «tiene culpa».

En cuanto a la politización de las cajas como elemento pernicioso que ha derivado a la situación actual, el ex presidente de Caixa Cataluña señala que las más politizadas son las vascas y están entre las que mejor están”. Para el autor del libro del sector, la cuestión estriba en si los políticos son “buenos o malos gestores”. EN el caso de las cajas vascas, “los gestores que han tenido han sido personas competentes, con experiencia considerable y los políticos no se quisieron meter demasiado”, aunque marcaran las pautas.

Para Serra Ramoneda, las obras sociales de las cajas sufrirán. Y señala el reciente ejemplo de tres alcaldes de tres ciudades catalanas (Sabadell, Terrassa y Manlleu) que reclaman al Estado que mantenga la obra social de la entidad fruto de la fusión de las cajas de esas ciudades, cuando “resulta que Unnim ya no es de las cajas al ser cien por cien del Estado”. El ex presidente de la segunda caja catalana cree que sólo La Caixa, a través de CaixaBank, será capaz de mantener la obra social, “aunque no a niveles de años anteriores, pero es la que ha sabido encontrar mejor su personalidad después del tsunami de la crisis económica”.

Según el expresidente de Catalunya Caixa, «no podrán mantenerse las obras sociales de las cajas», en primer lugar por la crisis, lo que hace que los beneficios no sean los de antes, y porque se han diluido las participaciones de las cajas en las nuevas entidades financieras creadas tras la reestructuración. También apunta que las cajas «sudarán mucho» para devolver el dinero del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), e incluso duda que puedan hacerlo, aunque señala que, si la economía mejora, quizás pueden encontrar socios extranjeros que aporten capital

Serra Ramoneda considera que la creación de un «banco malo», que agrupe los activos tóxicos de la banca, no es tan fácil, aunque parece que, si Mariano Rajoy gana las elecciones, lo creará. Dice que, en Cataluña, el modelo de cajas se fue desvirtuando cuando la ley dejó claro que el presidente no podía ser ejecutivo, y además el presidente no cobraba «ni un duro» hasta que se permitió que cobraran dietas.

El ex presidente de Caixa Cataluña lamenta que en la comunidad catalana se hayan perdido tantas cajas, pero «ahora – dice- tenemos un gran banco», y ha añadido que era lo que mucha gente como el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol quería. Además, asegura que las cajas catalanas, sin tener en cuenta a La Caixa, que «juega en otra división, no han hecho tantas «bestialidades» como las de otras zonas y considera que ha sido «injusto» haber aplicado la misma terapia a todos, «sin pensar que la enfermedad no era la misma», y que ha habido «café para todos» excepto para los vascos que, «como siempre, van por libre».

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