Tercer mandamiento: seguir un método de inversión definido

18/11/2010

Paquete Trader es un especulador real Paquete-Trader.

Como hoy no me ha pasado nada que altere el ritmo previsto, avanzaremos con el tercer mandamiento: tener un método de inversión y seguirlo a rajatabla.

La mayor parte de los “inversores” habituales no sigue ningún método. Compran acciones porque se lo dicen en el banco, porque leen en los periódicos que las Bolsas suben como la espuma o porque su vecino del tercero se ha comprado un coche y dice que es con lo que ha ganado en la Bolsa (lo que les garantizo que es una mentira podrida). Compran, incluso, cuando los mercados caen porque creen que tal o cual acción “está barata”. Fenomenal, que sigan así, porque es lo que necesitamos los especuladores: gente generosa dispuesta a transferirnos su dinero a nuestras cuentas bancarias.

En general, la gente compra tarde y vende pronto. O compra cuando no debería comprar en absoluto. Y eso es así porque no tienen un método. Si usted quiere dejar de pertenecer a ese grupo dispuesto a transferir sus ahorros a las cuentas bancarias de los que suelen ganar con constancia, lo primero que tiene que hacer es establecer el método de inversión que va a seguir.

Fíjense que hablo de método y no de sistema. Tiene su explicación, para mí un sistema es algo automático en el que no hay que pensar nada, mientras que un método es fruto del análisis de las circunstancias y la última palabra la tiene el libre albedrío de cada cual.

Métodos hay cientos y casi todos buenos. Desde el famoso “vender en mayo” hasta las más complejas técnicas de ondas del Elliott. Desde las velas japonesas y Haikus, a tirar una simple línea y comprar siempre que el precio toque el soporte. Hay para todos los gustos y de todas las complejidades posibles. Los hay que se basan en un indicador, otros en cruces de medias, otros en el comportamiento de osciladores y algunos en figuras trazadas por las velas.

Uno de los que más seguidores tiene es el de conteo de ondas de Elliott. Hay auténticos artistas en este sistema, pero a mí no me sale ni una sola cuenta. No veo ni una onda y cuando creo que el retroceso debe ser del 61,8% se limita al 38. Soy un desastre contando ondas y siempre lo seré.

Viene esto a cuento porque debo aclarar algo urgentemente. Que un método no me funcione a mí no significa que sea malo, sino que por alguna razón o no me da a mí la confianza necesaria o soy incapaz de asimilarlo correctamente. Les dije el otro día que soy amigo de Aitor Zárate. He hecho cursos con él y conozco su método al dedillo, pero llegado el momento de la verdad, no soy capaz de ponerme delante de la pantalla y hacer lo que he estado haciendo “de mentira”. ¿El método es malo? No. Les aseguro que es maravilloso, pero en estos momentos de mi vida soy incapaz de ponerlo en práctica. Ya llegará el momento, de eso estoy seguro.

¿Por qué no puedo ponerlo en práctica? Fundamentalmente porque es un método en el que se puede perder poco muchas veces y a mí las pérdidas me descontrolan bastante y soy capaz de perder en un día lo ganado en diez. De ahí extraje una lección importante: es imprescindible aceptar tus debilidades ante el mercado para empezar a superarlas y para buscar el método que mejor se adapte a tu psicología.

Total, que no sé contar ondas y no puedo seguir otros métodos… ¿Qué hacer? Se lo dije en la primera toma: leer, estudiar y buscar hasta dar con algo que se adapte a lo necesita cada cual. No se coman mucho la cabeza, cuando lo vean reconocerán de inmediato que eso se adapta a su perfil como inversor y les entusiasmará. Es como un flechazo. Cuando eso ocurra, no lo duden, ¡ése es su método!

No profundizaré ahora en mi método, que eso no es cuestión de una toma, porque en realidad no sigo uno sino tres. No es que en cada momento haga una cosa, sino que sigo tres métodos y en cada momento defino qué estoy haciendo. Sólo por enunciar, sigo un método para la inversión en índices o futuros que se basa en un sistema automático de mi propia creación y que algún día a no mucho tardar dedicaremos tiempo a desgranar aquí. Sigo el “método Llinares” para hacerme un plan de jubilación gestionado por mí en lugar de por el banco (de forma que Hacienda no me robe la mitad al rescatarlo) y, finalmente , para el resto de activos sigo el método Weinstein con las mejoras introducidas por Javier Alfayate y un indicador añadido por mí mismo. Como ven, por métodos que no quede, de todos hablaremos aquí y de todo me podrán preguntar.

¿Qué se le debe pedir a un método de inversión? Primero y más importante, que sea rentable. Segundo, que el riesgo en el que incurre se adapte a lo que usted está dispuesto a permitir. Tercero, que le diga claramente dónde, cuándo y en qué valores entrar y en qué sentido (si, si usted quiere ser especulador tendrá que acostumbrarse al “lado oscuro” de entrar a la baja). Y si además le dice cuándo salir, entonces es un sistema perfecto, porque en general las salidas son siempre más discrecionales.

Nos vemos en el parqué.

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