Colonoscopia electoral

16/11/2011

diarioabierto.es.

A pocos días de la cita electoral albergo serias dudas sobre si despierta más o menos ilusión que pedir hora para una colonoscopia. En estos tiempos de pesadumbre en el que la señora Merkel nos levanta el ánimo al asegurar que Europa vive su momento más difícil desde la II Guerra Mundial, la prima de riesgo nos chulea y ni siquiera nos dan respiro para alegrarnos por perder de vista a Berlusconi, votar, más que un derecho ciudadano, se antoja un acto de fe cuando lo que eligen los ciudadanos se lo cargan los mercados. Si lo que se lleva es el tecnócrata habrá que convenir que más que celebrar unas elecciones lo que habría que hacer es convocar unas oposiciones. A lo mejor, de ese modo, Rajoy, próximo presidente y que a nadie se le ocurra pensar lo contrario, desvelaba por fin en el examen qué quiere hacer aparte de ver en Moncloa el próximo Madrid-Barça. Y no es que lo diga yo. Es que no lo dice él.

Baste una escueta antología rescatada de una reciente y amplia entrevista para corroborar cómo la nadería al poder viene a sustituir la máxima más afamada del mayo francés. Malos tiempos para la imaginación cuando a la pregunta sobre si crecerá el empleo en 2013 se contesta que ‘hará políticas serias’, a la de si congelará el salario a los funcionarios que ‘depende de las cuentas públicas’, a la del copago en sanidad que ‘a fecha de hoy’ está descartado, a la retirada del impuesto de patrimonio que ‘bueno, vamos a ver’ y a la rebaja del IRPF que ‘si puedo lo haré’. Con ese intrépido corpus ideológico se llega a dirigir un país o sea que malo será que uno no apruebe el carnet de conducir simplemente por distinguir cuando el semáforo está rojo y cuando verde.

Que en tiempos de indignación social la derecha cuente con sus mayores expectativas de voto en treinta años de democracia da que pensar aunque se ponga uno la tele para tratar de evitarlo. Es lo que pasa cuando se ningunea a los partidos ajenos a este menú político limitado al ‘carne o pescado’ y cuando se ofrecen propuestas concretas en nombre de una impostada izquierda no tanto para salir de la crisis como para salir medianamente indemne del previsible batacazo electoral. Con todo hoy más que nunca sea acaso necesario pronunciarse en las urnas porque es posible que no sea el mejor sistema pero lo que es seguro es que el beneficio de la indiferencia, lejos de nutrir la transformación de la sociedad, lo único que hace es alimentar la conservación del ecosistema.

¿Te ha parecido interesante?

(+3 puntos, 3 votos)

Cargando...

Un pensamiento en “Colonoscopia electoral

  1. Al último párrafo y la indignación social ¿cómo era aquello de qué el obrero que vota a la derecha es…? No recuerdo bien ¿o será el que vota «Salvame»?

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.