Tendría ahora 87 años (hay quien mantiene, con la fe del carbonero inasequible al desaliento y al inexorable paso del tempo que no ha muerto), Rockade (Calle Almendro, 9, Madrid) le recuerda con su máquina de bolas. Por si Elvis Presley le da por aparecer por La Latina. Junto a la maquina que lleva su imagen, el mítico cantante tiene reservada una mesa para que pueda degustar su cocina Rock&Food.

Además, el restaurante tan vinculado al mundo de los 80 y al rock, tiene en la música uno de sus puntos fuertes y pretende hacer mover las caderas al ritmo de algunas de las canciones de Elvis Presley a todos los que pasen por allí.

Dos plantas de paredes de ladrillo pintados de negro y buena música crean la atmósfera perfecta para disfrutar de una travesía revival. Bajando las escaleras podrás escuchar temas como: Jallhouse Rock, Suspicious Minds, o Burning Love entre otros temas.

Para comer o cenar, o para cualquier opción, no hay más que elegir el plato, mover las caderas y las mandíbulas a ritmo de las tiras de pollo con alioli de miel y mostaza, el perrito Rockade o las hamburgesas River, Rockade y Happy.

Y para beber, unos tragos muy Elvis: un cuba libre de Ginger Ale, o con Coca Cola.

La Familia Marchante ha conseguido en poco tiempo que Rockade sea un bar para quedar con los amigos y viajar en el tiempo, y conocer la estética que Madrid tenía hace ya muchos años….

Buen ambiente, divertido y muy mezclado en edades y estilos. Todos pasándoselo genial en este bar tan especial y distinto en el barrio más castizo de Madrid

Un hot dog con Budweiser

Otro motivo, por si hicieran falta, para entrar en Rockade es el salto de calidad que ofrecen sus hot dogs. Dos deliciosos panes alargados que se encargaban de sujetar una deliciosa salchicha frankfurt condimentada con la salsa que más te apetezca al consumidor, normalmente kétchup y mostaza, se han transformado en un auténtico placer gastronómico.

El perrito caliente de calidad está creado por la chef Dana Butca y los hermanos Marchante, Carlos, Toño, Juan y Nacho, propietarios del restaurante.

Para crear estos perritos calientes premium, han utilizado materias de primera calidad, y todos los acompañamientos son hechos en la cocina de una forma casera y artesana. Rockade ofrece dos versiones: el Madame Lou Lou y el Rockade. Ante la duda, la mejor elección es probar los dos.

Madame Lou Lou está hecho con un pan artesano que se hace en cocina,  una salchicha ahumada, unas tiras de bacon, cebolla, queso y la salsa Happy River (el arma secreta de la familIa Marchante) El perrito viene acompañado de patatas fritas sophisticated, que son una auténtica delicia.

Por su parte, el perrito caliente Rockade está hecho con pan artesano, salchicha en este caso vegetal, queso vegano, rúcula, tomate cherry y salsa de oli oli de miel de caña y mostaza (esta salsa es casera y deliciosa, para chuparse los dedos). Y, por supuesto, las patatas fritas sophisticated.

La recomendación que hacen en Rockade es que se maridan estos perritos calientes con la cerveza Budweiser, la cerveza internacional más icónica del mundo con  más de 140 años de historia. Desde luego, el mejor de los consejos.

Pero antes, para abrir el apetito, un insuperable humus de boniato, acompañado con pan de pita caliente. Otra forma, más mediterránea, de hacer un homenaje al Rey del Rock.