Alquiber, la empresa líder en alquiler de vehículos mediante la fórmula del renting flexible, sabe que su apuesta por la flexibilidad, la seguridad, la trasparencia, la simplicidad, la capacidad de adaptarse a las necesidades específicas de cada cliente y la comodidad -por ejemplo, la cobertura integral de los procesos a través de internet- constituyen una política imprescindible para mejorar cada día la satisfacción de sus clientes. Sin embargo, aún hay mucha gente que desconfía de del renting flexible, ya sea por desconocimiento o por la influencia de una serie de falsas informaciones que circulan por ahí y que siguen contribuyendo a alimentar una visión negativa de esta fórmula.

Por eso, aunque en nuestro país cada vez son más los particulares que apuestan por vehículos modernos, de gran seguridad y con la mejor tecnología con tan solo el pago de un importe mensual, Alquiber se ha propuesto desmentir esas fake news que impiden el acceso a los beneficios reales del renting flexible a un mayor número de conductores.

Más caro que comprar un coche

Uno de los mitos más extendidos y que más frena a la gente a la hora de acceder al renting flexible es que este sistema, al final, resulta más caro que comprar un vehículo. Sin embargo, esta afirmación es falsa, ya que el precio final a comparar variará mucho dependiendo del uso que se haya dado a ese vehículo, del estilo de vida del cliente y, en fin, del kilometraje. Además, el renting incluye el seguro, el mantenimiento y revisiones planificadas del vehículo y cubre el pago de la ITV y otros impuestos, una serie de gastos y trámites de los que podrás olvidarte y que inclinan la balanza del ahorro a favor del renting: optar por un coche de renting resulta menos caro que comprarlo.

Una pérdida de dinero

Del mismo modo, también circula con fuerza un mito sin fundamento alguno: el renting es una pérdida de dinero. Sin embargo, la realidad es que esta fórmula permite ahorrar dinero o invertirlo de mejor la manera. En el mismo momento en el que un coche abandona el concesionario, comienza su depreciación y surgen una serie de riesgos asociados a la propiedad del vehículo (posibles averías, depreciación, responsabilidad civil…), que en el caso de renting flexible son asumidos directamente por Alquiber, en vez de por la empresa o autónomo que ha adquirido el vehículo. Muchos creen que elegir un vehículo de renting es una pérdida de dinero. La verdad es que es una forma de controlar el gasto de tu empresa invirtiéndolo únicamente en el servicio que necesitas. Además, al final del contrato podrás decidir si devolver el coche o firmar un nuevo contrato por el mismo o por otro modelo.

Gastos extra imprevistos

Otra de las falsas creencias de los que ponen pegas a esta exitosa fórmula es el surgimiento de pagos imprevistos. Además, también circula un extendido mito sobre el renting que asegura que hay que pagar una entrada, cuando, en realidad, el renting establece una cuota fija mensual, sin entrada y sin pagos extra al finalizar el contrato. No obstante, con Alquiber, las condiciones contractuales quedan detalladas de manera clara desde el principio, por lo que un coste extra derivado, por ejemplo, del exceso de kilometraje solo es posible si se exceden los límites acordados en la firma. Por eso, a la hora de firmar el contrato, es clave decidir este límite basándonos en nuestros hábitos de conducción.

Imposible romper un contrato

Los contratos de renting fijo tienen una duración desde 12 o 24 meses a cinco años, aunque existe renting flexible a partir de tres meses, para adaptarse a las necesidades de todo tipo de clientes. No obstante, gracias a la flexibilidad de la que Alquiber es referente, el cliente puede ampliar, cancelar o modificar su contrato sin penalización, ya que únicamente tendrá que pagar por el vehículo que necesite, cuando lo necesite.

Solo para grandes empresas

Que el renting flexible sea ideal para grandes empresas no quiere decir que no sea perfecto para pymes y autónomos, ya que es una solución flexible y personalizada. Además, el renting ofrece algunas ventajas fiscales que benefician a todo tipo de profesionales, que pueden deducir hasta el 100% de la cuota de renting en el impuesto de sociedades y el IRPF y, dependiendo del uso del vehículo y su actividad profesional, el IVA.