Si bien la zona en donde está ubicada la central de Triscastin es ahora la que más preocupa a la empresa propietaria Electricité de France y a las autoridades del país, podría no ser la única afectada por estas circunstancias que conciernen al cumplimiento de la normativa medioambiental.

La producción nuclear de Francia es ya ahora, antes de las paradas programadas a partir de este 6 de agosto, la más baja del parque nuclear galo. La actual es de 290 teravatios-.hora, frente a una capacidad de 460 teravatios en condiciones normales, ahora afectada por cierres debidos al mantenimiento de las infraestructuras y la corrosión de reactores. Francia ha confiado el suministro eléctrico a la tecnología nuclear que aporta el 70% de la producción nacional, y que convirtió al país en un neto exportador, situación que ha cambiado de forma radical.

Ahora tendrá que elevar las importaciones de electricidad pero esta necesidad añadida ocurre en un escenario energético cada día más complejo en Europa con la crisis que está centrada en los cortes de suministro de gas natural por parte de Rusia, que se traslada también a los sistemas eléctricos. Los países europeos se enfrentan a precios récords en los mercados mayoristas de electricidad, solo en parte amainados en la Península Ibérica por los cambios en el funcionamiento del pool logrado en Bruselas por los Gobiernos español y portugués.

España es una de las naciones a las que ha tenido que acudir EDF. Las previsiones apuntan a que las compras se elevarán a unos 25 teravatios/hora (TWh) anuales, aproximadamente el 10% de la demanda en España, quintuplicando de esta manera las ventas de meses anteriores. Y se produce y se producirá con el precio del gas rebajado para la  generación por el tratamiento logrado por los países ibéricos.

Si bien el presidente Enmanuel Macron ha apostado en su programa electoral por  << continuar con las elevadas inversiones en centrales nucleares, lo que podría impedir el cumplimiento de los objetivos marcados por las energías renovables. Y lo ha hecho pese a las dudas sobre el futuro del nuevo reactor Flamanville, el primer modelo EPR. Un conjunto de factores que ha llevado al Eliseo a aumentar su poder en EDF a través de una nacionalización total, con el fin de controlar precios e inversiones.