IAG ha dado un paso más para ser el socio relevante de Air Europa al convertir un préstamo de 100 millones de euros en el 20% del capital lo que le convierte en el segundo accionista precedida por Globalia. Esta operación no le da poder de decisión en la gestión de la compañía aérea de la familia Hidalgo, si bien es un hecho que confirma el interés del holding del que forma parte Iberia en la integración de Air Europa en la estructura del grupo.

La operación se realiza después de complejas negociaciones con la familia Hidalgo, que no ha querido perder el control de la aerolínea, pese a sus problemas financieros. La transacción se ha visto afectada además por el cambio en la valoración de Air Europa, cifrada en 1.000 millones de euros en el acuerdo previo que quedó reducida a 500 millones por el efecto de la pandemia en el sector aéreo..

El holding que agrupa a Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus tuvo que enfrentarse además a las duras condiciones que imponían las autoridades de la competencia en Europa y a la influencia que han ejercido otras grandes aerolíneas europeas en contra de la operación. Desde Ryanair, a Lufthansa o Air France han intentado evitar que Iberia se refuerce con las rutas de Air Europa, cuestión que ahora no se materializará ya que seguirán compitiendo en un mercado que ha mejorado con la recuperación del tráfico aéreo pero marcado por obstáculos como el aumento de los precios de los carburantes.

Llegar a controlar Air Europa no va a ser fácil, si bien los directivos de IAG e Iberia están dispuestos a lograr las autorizaciones necesarias. Llevará del orden de un año  y  medio hasta lograr el objetivo al que no han querido renunciar.

La financiación que se ha ido aportando a Globalia con el objetivo de evitar su hundimiento ha contado con el apoyo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y de las autoridades de Alemania y Reino Unido. No obstante quedan exámenes que superar, pero no se parte de cero. Iberia mostró en Bruselas que aceptaría dar concesiones a competidores para que la operación no sea rechazada por posibles posiciones dominantes en determinados mercados.

Para Iberia y, por tanto, para IAG, controlar Air Europa es un tema básico para cumplir con los objetivos que tiene para aumentar posiciones en el aeropuerto Madrid-Barajas, estrategia que ha sido apoyada por el Gobierno, a través de la SEPI. Es hacer del aeródromo madrileño una infraestructura aeroportuaria con capacidad para competir con los grandes de Europa, en parte por las rutas hacia América Latina, y evitar la fragmentación del hub