Las autoridades de Bruselas, como anunció la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, está perfilando medidas que suponen la intervención de los mercados eléctricos con el objetivo de bajar los astronómicos precios que se suceden cada día en los últimos meses. La hoja de ruta de la intervención, que se califica de emergencia, puede conllevar una limitación de los ingresos de energías «inframarginales» como las renovables. También afectaría a las nucleares e hidroeléctricas.

El documento que ahora elaboran los técnicos de la CE descartaría el sistema que se ha puesto en marcha en España y Portugal con el mismo fin y que se basa en el tope al precio del gas que se utiliza en la generación de electricidad. Aunque el plan actual contiene otras medidas, el control del mercado mayorista de electricidad es el tema estrella y que evitaría que determinadas tecnologías facturen muy por encima de sus ingresos. Para los citados técnicos, el programa ibérico no implica una contención de las energías fósiles.

Si bien el porgrama que al final se elija queda en manos de la cumbre de los ministros de Energía que se celebrará el 9 de septiembre. Lo que sí parece es que se optará, asimismo, por una reducción de la demanda que tendría que materializarse de forma coordinada y que afectaría tanto a empresas como a los clientes domésticos.

Los inversores han reaccionado negativamente, y Solaria es la compañía más afectadas, seguida de Acciona Energía. También la posibilidad de que se apruebe el plan que elaboran los técnicos está afectando a las eléctricas integradas, aunque las que tienen más activos nucleares e hidroeléctricos sean las más implicadas (Endesa e Iberdrola). El documento si se aprueba tendrá un impacto diferente entre los diferentes miembros de la UE en función de su parque de generación, aunque se quiere además que sea compatible con los programas de apoyo a las energías renovables ya existentes.