Una escapada otoñal perfecta: Berlín

06/09/2022

Carmela Díaz.

 

Berlín es un destino adecuado en todo momento, aunque en otoño se vuelve más atractivo. Hay que recorrer sus principales monumentos y museos, pasear por sus parques y jardines, y perderse en las infinitas tiendas de todo tipo.

Para descubrir la ciudad, hay que acudir a la puerta de Brandemburgo, el Reichstag, la isla de los Museos, el Kurfürstendamm o el célebre Muro. Pero también a nuevas atracciones como Berlín Sostenible: Jungla Urbana, en el que comprobar el desarrollo urbano, el arte y las ubicaciones hasta los conceptos gastronómicos;  el Berlín salvaje, un recorrido por las aguas del Spree, explorando los clubes más modernos y los lugares de moda; el Berlín Glamour, en el que disfrutar de ostras para el desayuno o currywurst con champán para el almuerzo; el Berlín arte y música, conociendo subculturas alternativas, arte callejero y moderno, escena musical, galerías y teatros; sin olvidar una visita privada a los estudios Hansa, donde David Bowie, Depeche Mode y U2 grabaron algunos de sus álbumes. El recorrido debe incluir los nuevos lugares alternativos, como el RAW, ubicado en un antiguo taller de reparación de trenes de la Segunda Guerra Mundial que hoy está lleno de restaurantes, clubs, bares y tiendas; o YAAM, una buena representación de África, con comida, arte urbano y bebidas de diferentes lugares del continente negro. También Holzmarkt, una versión de Alicia en el País de las Maravillas con arte y espacios libres.

Glienicker Bruecke

Al callejear es imposible no fijarse en las enormes y coloridas tuberías aéreas que forman una red de cincuenta kilómetros, recorriendo el trazado urbano. Algunos piensan que puede tratarse de una obra artística, pero son verdaderas tuberías que trasladan el agua del subsuelo de la ciudad hasta alguna zona acuífera, como los ríos Spree, Havel, Panke, Dahme o Wuhle.

Muchas de las visitas de los viajeros se siguen centrando en el dramático pasado de la ciudad. Aquí se encuentra el lugar donde estuvo el búnker de Hitler, donde se suicidó y se quemó su cadáver; de todo eso solo queda una superficie de arena en un pequeño parque sin ninguna placa que lo sitúe. Y el Muro, que dividió la ciudad durante 28 años, del que aún se conservan 1,3 kilómetros en la zona conocida como East Side Gallery, incluyendo algunos de los grafitis más populares, como el del beso en la boca entre Leonid Brezhnev y Eric Honecker.

Glienicker Bruecke

También llaman la atención sus parques, bosques, lagos y vías fluviales, que ocupan el 45% de su superficie, y eso se agradece especialmente al final del verano y comienzo del otoño para disfrutar de todo tipo de actividades al aire libre, como los puestos de comida callejera, los viejos mercados, las heladerías, las terrazas, o los cines al aire libre… Berlín está repleta de ríos -como el Spree y el Landwehrkanal- ;y de lagos -como el Müggelsee y el Wannsee-, y en todos ellos está permitido bañarse. La mejor manera de hacerse una idea de la cantidad de agua que hay, es haciendo un recorrido guiado en barco. En los alrededores, es muy recomendable hacer una excursión a Postdam, con los magníficos palacios y jardines de la que fuera la antigua residencia de los reyes prusianos y los kaisers alemanes, embellecida sobre todo por Federico II el Grande.

La gastronomía. Las conocidas como biergarten tienen una larga tradición y son cervecerías al aire libre que se encuentran por todas partes. Una de las más antiguas, Prater, recibe a sus clientes bajo las sombras de los árboles desde 1837. También hay que dejarse caer por algunas de las múltiples terrazas que salpican el centro y la orilla del río. Los platos más conocidos de la cocina berlinesa son contundentes: el eisbein o codillo de cerdo servido con puré y con chucrut; el hígado de ternera preparado de diversas maneras; el sülze, que contiene trozos de carne y verduras acompañada con patatas fritas. También las populares frikadellen, filetes de carne picada de cerdo o ternera. Lo mejor es degustar estas recetas en los restaurantes tradicionales. Los mercados ofrecen comida callejera de todo el mundo, pero no hay que dejar de probar los dos clásicos más famosos de la zona: la currywurst, que está riquísima, y el döner.

Si vas a visitar Berlín, puedes obtener más información en:

www.visitberlin.de/es

www.germany.travel/es/

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