Las medidas aprobadas por los ministros de Energía de la UE se están percibiendo en la cotización del gas natural pese a que aún no se ha logrado el consenso requerido para fijar un tope al que proviene de Rusia.  Y aunque todavía quedan trámites para que sean implementadas. También se han moderado los precios de los mercados mayoristas eléctricos en Europa, con otros factores que, asimismo, pesan como son el aumento de la producción eólica y la contención de la cotización del CO2.

En este contexto, los futuros de gas natural vinculados al TTF, el índice mayorista del mercado del citado hidrocarburo en Europa, han bajado hasta los 200 euros por megavatio hora, con lo que se vuelve a los niveles de hace más de un mes. Los expertos estiman que se debe a la decisión de los Gobiernos europeos que han puesto en marcha una estrategia con el objetivo de controlar el aumento de los precios.

Lo que se considera una intervención de los sistemas energéticos, en especial por el cambio del funcionamiento del mercado mayorista de generación, parece que va a frenar el precio del gas a medio plazo, y mase  se fija un tope en los precios mayoristas del gas en lugar de solo uno en las importaciones rusas. Francia se ha apuntado al modelo ibérico para controlar el disparado precio de la electricidad que se registran en el país.

Los últimos datos muestran además que los almacenamiento de gas natural se están llenando con más rapidez de la prevista cuando la Comisión Europea fijase objetivos antes de llegar la temporada de invierno y se dispara la demanda. Y se están logrando los niveles deseados pese a que Rusia mantiene o ha aumentado las restricciones de suministro. La empresa estatal Gazprom ha cerrado sin fecha de reapertura  los flujos de gas a través de su gasoducto crítico Nord Stream 1, la principal vía de transporte a Alemania.

Si bien el plan de la UE no ha hecho mas que empezar ya que falta desarrollar los objetivos aprobados, y uno de ellos es la reducción de la demanda que se está plasmando en un reglamento. Bruselas busca un pacto para poner tope el gas ruso, posiblemente también al gas natural licuado (GNL), superando el veto de Hungría y las reticencias de Alemania.

En este contexto el canciller alemán ha defendido que la reforma del mercado eléctrico sea aplicable en Alemania “a partir de este invierno” para contribuir a bajar los precios y reducir los beneficios del sector. Olaf Scholz pretende controlar las ganancias «a quienes producen electricidad con energía eólica, solar o carbón» por sus «beneficios adicionales porque el precio se determina en función de la electricidad producida con gas».