Ursula von der Leyen

La Comisión Europea ha dado un paso más con el objetivo de afrontar la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania. Su presidenta, Ursula von der Leyen, ha desarrollado este miércoles medidas aprobadas en la cumbre energética del pasado viernes encaminadas a controlar los precios de la electricidad y gas, así como para asegurar el suministro a empresas y clientes domésticos.

En su intervención en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo se centró en los gravámenes a las empresas energéticas con los que prevé ingresos por 140.000 millones de euros para el conjunto de la UE. Estas empresas están obteniendo unos beneficios «con los que no contaban y ni siquiera soñaban”, ha subrayado Von der Leyen.  Y ha añadido que es inaceptable que obtengan ganancias extraordinarias que no tienen precedentes «gracias a la guerra y a costa de los consumidores. Los precios son inaguantables”.

Aunque no precisó nuevos detalles sobre cómo se implementará este tema estrella, que logró poner de acuerdo a todos los miembros de la UE, sí destacó que «los beneficios deben compartirse y canalizarse hacia quienes más los necesitan”. Y da por hecho que los países lograrán una recaudación masiva recortando ingresos y beneficios de las energéticas.

La base de este plan es limitar los beneficios que están logrando las compañías productoras de electricidad inframarginales, que van desde las tecnologías renovables a las nucleares que se benefician por el mecanismo de funcionamiento del mercado de generación mayorista por los altos precios del gas. También por la tasa a las productoras que utilizan combustibles fósiles y por la contribución de las petroleras

Von der Leyen también se refirió a otro tema consensuado en la cumbre del pasado viernes como es la reducción de la demanda de electricidad, aunque agregó que la CE no ha renunciado a alcanzar un acuerdo para limitar el precio del gas. Para la presidenta de la comisión los próximos meses no van a ser fáciles y ha abierto la puerta para que los Estados ayuden a las compañías con problemas para preservar la competencia en el sector energético.

Este nuevo paso que da la presidenta de la CE ha coincidido con la tramitación de la propuesta del Gobierno para crear un gravamen extraordinario y temporal a los bancos y las grandes compañías energéticas, que ha obtenido luz verde del Congreso sin el apoyo del PP.