Electricité de France (EDF) ha dado un nuevo dato que muestra la crisis que la compañía atraviesa y que afecta casi de la misma manera a la política energética francesa. La compañía espera que su producción, basada en la tecnología nuclear, seguirá sin recuperarse hasta al menos 2024. Y que la producción de este año será la más baja de los tres últimas décadas.

Cualquier movimiento de este gigante eléctrico, por algunas cifras el líder europeo, afecta al conjunto de la política energética comunitaria: Francia se ha convertido en uno de los primeros exportadores de electricidad en un importador neto. Y el panorama va a cambiar a corto y medio plazo cuando Europa atraviesa la crisis energética más relevante desde el fin de la segunda guerra mundial.

Este miércoles la compañía ha cifrado el impacto en sus resultados por el cierre obligado de varios reactores nucleares, a causa del deterioro que les hace obsoletos,  que se unen a las revisiones programadas a las que que tienen que someterse. El sistema eléctrico francés se ha tenido que enfrentar por los problemas de EDF y el alza del precio del gas a un récord más que inédito al dispararse los precios en el mercado de generación por encima de los 1.000 euros por megavatio-hora.

Un conjunto de factores negativos que ha hecho que la cuestión energética se convierta en uno de los temas estrella del Gobierno de Macron. Y también se une la situación financiera que atraviesa la empresa en la que el Estado es el socio mayoritario.

Este jueves EDF ha informado en base a los datos de producción nuclear en Francia para 2022 y los precios a plazo de este año, que la estimación del impacto sobre el resultado bruto de explotación (Ebitda) será negativo en 29.000 millones de euros, frente a los 24.000 millones de la estimación actual. Es una cuantía que no tiene precedentes en la trayectoria de esta compañía ni en la etapa del Covid-19.

Mientras, por causas que están relacionadas casi al 100% con la invasión de Ucrania por Rusia, el Gobierno alemán está planteándose nacionalizar Uniper que es primer grupo gasista de ese país, liderando las importaciones. Ha perdido 12.000 millones de euros en el primer semestres de este año, con lo que su situación financiera continua deteriorándose desde el verano cuando ya se pactó un rescate público. Su nacionalización sería una medida histórica en la historia empresarial de Alemania en las últimas décadas.