ArcelorMittal plantea un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para sus factorías españolas que afectará a 8.3000 empleados y que estará vigente hasta 2023, si sale adelante en los términos en los que la dirección de la compañía lo ha diseñado. De este expediente solo se libra la factoría de tubos Condesa que está controlada por la familia Mittal.

El grupo euro-indio basa su decisión en diversos impactos negativos derivados de la guerra de Ucrania. La siderúrgica cita, como factor básico, el coste de la energía. También cita el incremento de las importaciones de países extracomunitarios que cuentan, en su opinión, con condiciones de producción diferentes a las de Europa.

No solo Arcelor, las empresas grandes consumidoras de electricidad han vuelto a lanzar una alerta sobre la perdida de competitividad por los precios energéticos. En esta línea la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, constituida por las patronales de automoción, como Anfac, las de papel, química, siderurgia, refino y alimentación. Consideran que la adopción de las medidas acordadas por la Comisión Europea debe ser inmediata y coincide con Bruselas en la urgente necesidad de desacoplar los mercados europeos de gas y de electricidad.

Este conjunto de empresas recuerda que ha pasado un año desde el inicio de la crisis energética y la estructura productiva europea no puede perder más tiempo para dar una respuesta eficaz. Advierte, en esa línea, «la actuación debe ser de muy urgente implementación y asegurando además que todos los generadores eléctricos que requieran de gas para su funcionamiento puedan disponer de suministro a precios competitivos».

También ArcelorMittal se refiere, aunque este argumento forma parte de su discurso histórico, a que los países importadores no tienen que «pagar los mismos peajes en materia medioambiental que los fabricantes europeos», al tiempo que subraya que tampoco tienen que soportar con unos costes energéticos tan elevados como los que se está sufriendo en la eurozona en el último año. Con estos factores la empresa defiende que tiene que adaptar la marcha de las instalaciones a la parada de uno de los dos altos hornos de Asturias.

Otra gran compañía industrial ubicada en España ha anunciado en las últimas horas un  ERTE, aunque por causas diferentes. Después de varios ajustes en su plantilla por la falta de semiconductores, la dirección de Seat ha aprobado un expediente que afectará a un máximo de 10.310 personas que estará vigente hasta la última semana de diciembre.

Seat, que ha llegado a un acuerdo con los sindicatos, indica que el plan se ha puesto en marcha al comprobar que la guerra en Ucrania y las tensiones en Taiwan impiden resolver los problemas de abastecimiento que se iniciaron en  2020