La Fed se centra en combatir la inflación aunque cueste una recesión en EEUU

22/09/2022

Miguel Ángel Valero. La Reserva Federal admite que las probabilidades de una desinflación sin un gran enfriamiento del mercado laboral son bajas.

Álvaro Sanmartín, socio y Economista Jefe de AMCHOR IS, destaca que la Fed quiere acabar 2022 con los tipos en el 4,4%, y en el 4,6% en 2023. «A partir de ahí la Fed prevé una senda descendente para los tipos, por debajo del 3% en 2025 y tendiendo al 2,5% a largo plazo», subraya.

«Según la Fed, esa senda de tipos dará lugar a un crecimiento por debajo del potencial pero sin recesión. Pero el 4,6% me parece excesivo. Creo que subiendo los tipos a algo más cercano al 4% y dejándolos ahí un periodo suficientemente largo de tiempo será suficiente para moderar la demanda agregada y empezar a reducir la inflación subyacente. Pienso de hecho que la inflación subyacente va a empezar a caer pronto (antes de que acabe el año) y que eso hará que la Fed suba tipos un poco menos de lo que ha dicho hoy. En cuanto a la evolución previsible de la actividad, estoy con la Fed: crecimiento por debajo del potencial pero sin recesión», argumenta.

Silvia Dall’Angelo, economista senior de Federated Hermes Limited, señala que «el objetivo de la Reserva Federal es luchar contra la elevada inflación y reiterar una orientación hawkish hacia el futuro». La Fed ad mite «ahora que será necesario cierto grado de dolor para reducir la inflación hasta el objetivo y que las probabilidades de que se produzca una desinflación sin un gran enfriamiento del mercado laboral -la llamada desinflación inmaculada- son bajas».

 «Ahora se espera que el tipo de interés oficial alcance un máximo del 4,6% a finales de 2023 y se mantenga en territorio restrictivo durante todo el horizonte de previsión hasta finales de 2025, aunque la elevada dispersión de las previsiones en 2024-2025 es indicativa de una mayor incertidumbre en el futuro. Al mismo tiempo, ahora se espera que la tasa de desempleo aumente hasta el 4,4% en 2023-2024, desde el 3,8% de finales de este año, el tipo de aumento que suele asociarse a una recesión», apunta.

«La Fed ha sonado decidida una vez más a hacer lo que sea necesario para cumplir su objetivo de inflación. Powell evitó hacer referencias explícitas a una recesión inminente, pero dejó claro que la Fed está dispuesta a tolerar un crecimiento por debajo de la tendencia y un mercado laboral más débil mientras se centra en sofocar la inflación. Es cierto que la política monetaria funciona con retraso y que la recesión del Covid podría haber dejado marcas estructurales en la economía, por lo que existe incertidumbre sobre el grado de endurecimiento monetario necesario para devolver la inflación al objetivo sin perjudicar demasiado al mercado laboral. En este momento, basándose en el juego de equilibrios a las que se enfrenta, la Fed está dispuesta a asumir el riesgo de excederse», concluye la experta de Federated Hermes.

AXAIM vaticina subidas de tipos en noviembre y diciembre

David Page, Head of Macro Research de AXA Investment Managers, resalta que Powell habla de «un camino por recorrer» y de comprometerse «hasta que el trabajo esté hecho», en referencia a la estabilidad de precios. «Prevemos subidas del 0,5% en noviembre y diciembre, hasta el 4,25%, un poco por debajo de la media de la Fed. No esperamos cambios en la política (ni al alza ni a la baja) en 2023, aún más por debajo de las perspectivas de la Fed», señala.

«También esperamos que el crecimiento se contraiga más rápidamente, vemos riesgos al alza para el desempleo y creemos que la inflación caerá algo más lentamente el próximo año. Las condiciones financieras se endurecen aún más», añade.

Argumenta que la Fed seguirá subiendo tipos mientras el mercado laboral y los precios subyacentes sigan siendo fuertes. «Hay razones para esperar que la inflación de septiembre sea más suave después de un agosto anormalmente fuerte, y que el mercado laboral ha empezado a suavizarse (aunque las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo oportunas han caído en el último mes)», apunta el experto de AXA IM.

«Esperamos que el crecimiento se contraiga interanualmente en el cuarto trimestre, por debajo de la previsión de la Fed del 0,2%, y que la recesión se prolongue hasta mediados de 2023. Powell declaró que las probabilidades de un aterrizaje suave disminuyen cuanto más restrictiva sea la política o cuanto más tiempo se mantenga restrictiva», añade.

Craig Erlam, analista de mercado sénior, Reino Unido y EMEA de OANDA, considera que la decisión de la Reserva Federal de subir 75 pb «a pesar de la evidente tentación de optar por un punto porcentual completo, fue probablemente sensata dada la magnitud del ajuste que ya hemos visto este año». «Ahora espera ir más allá con los tipos, y los mercados prevén otros 125 pb este año y 25 el próximo, aunque, como hemos visto a lo largo del año, esto probablemente cambiará a medida que tengamos más datos. Del mismo modo que los inversores se entusiasmaron demasiado con los datos de inflación de julio, puede que el retroceso de agosto no sea tan grave como se temía. En estos tiempos de incertidumbre, la sobrerreacción se está convirtiendo en la norma», advierte.

Jack Janasiewicz,  de Natixis IM Solutions. interpreta que el mensaje de la Fed «fue claro y coherente: más alto durante más tiempo para conseguir un crecimiento por debajo de la tendencia, un mercado laboral más débil y una inflación que vuelva de forma convincente al 2%». «La narrativa de la desinflación inmaculada ya no es el escenario base y el pronóstico es ahora de dolor, resaltado por las previsiones de la Reserva Federal, de tres años consecutivos de crecimiento del PIB real por debajo de la tendencia y una tasa de desempleo que sube del actual 3,7% al 4,4% para el 2024.  Estas proyecciones prevén esencialmente una recesión basada en el aumento de la tasa de desempleo: la economía estadounidense ha entrado en recesión cada vez que la tasa de desempleo U3 ha subido 50 puntos básicos por encima de su media de los últimos 12 meses», explica.

«Más alto durante más tiempo. Acostúmbrense a ello. La inflación es demasiado alta y eso es una amenaza para una expansión larga e inclusiva.  El crecimiento se está moderando, pero la economía cuenta con amortiguadores gracias a la solidez de los balances, el gran exceso de ahorro y el continuo crecimiento de los salarios», argumenta.

«Ya no se trata de subidas exageradas. Más bien, el enfoque se está desplazando hacia el endurecimiento de las condiciones financieras y su mantenimiento durante un período de tiempo. Eso significa pasar de los shocks de los tipos al nivel y la duración: más altos durante más tiempo. Y recuerden que mantener una política restrictiva en un contexto de desaceleración de la economía y de descenso de la inflación es, de hecho, un endurecimiento a medida que el crecimiento se ralentiza y los tipos reales aumentan. Por lo tanto, cada vez más restrictivo sin tener que subir aún más a medida que avanzamos por este camino incierto», zanja.

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