El grupo hispano-británico IAG quiere renovar su flota ante la recuperación del tráfico aéreo y las cuentas de la compañía aeronáutica. Va a ser una pedido histórico que consta de 87 aviones y que requiere la convocatoria de junta de accionistas que ya ha sido realizada. En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) informa que la reunión se celebrará el próximo 26 de octubre. En función de los precios de loa modelos que forman parte del pedido se estima que la factura ascenderá a más de 11.000 millones de euros.

La dirección de la compañía ha optado tanto por Boeing como por Airbus. Ha elegido 50 aparatos de la gama Boeing 737 (25 Boeing 737-8200 y 25 Boeing 737-10) que serán entregados entre 2023 y 2027 y que serán destinados a la flota de Vueling. La adquisición de aviones que se lleva a la junta se completa con 37 aparatos de Airbus de la familia A320neo y que se entregarán entre 2025 y 2028.

Si bien aún no se ha decidido la proporción entre los dos modelos que ofrece el constructor europeo dentro de la familia A320neo ni a que aerolíneas serán adjudicados (British Airways, Iberia, Vueling y Aer Lingus), cuestiones que serán aprobadas cuando estén más próximas las fechas de entrega. IAG aborda la renovación de su flota, que se hace en función de las necesidades de los recorridos a corto, medio y largo recorrido, cunando se va dejando atrás los años peores de la historia de la aviación civil marcados por la pandemia.

La renovación de la flota tiene en cuenta una las cuestiones clave para la aviación: cumplir con los objetivos de reducción de las emisiones. Las previsiones apuntan a que los nuevos aviones reduzcan entre un 15% y un 20% el consumo de combustible y en las emisiones de CO2.

El grupo afronta la inversión en la renovación de la flota con un buena salud financiera, según sus propias estimaciones que se respaldan en las cifras presentadas. Además IAG prevé volver a beneficio este año, como ha convalidado Luis Gallego, consejero delegado de IAG, esta semana.