El presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, presentará su renuncia formal en la reunión del Consejo de Adminsitración de la corporación que se celebrará el martes 27 de septiembre.

En una carta, asegura pese a los «esfuerzos ímprobos» realizados por algunos de sus componentes del consejo de RTVE «ya no se dan las condiciones mínimas para el consenso transversal, ni para la conformación de una mayoría plural, estable y coherente; y, en muchas ocasiones, ni tan solo el clima propicio al diálogo que necesitamos para culminar el proyecto».

«Lo cual dificulta mucho la gobernabilidad de la empresa, e impide llevar a cabo la transformación con la que todos nos habíamos comprometido», argumenta. «Gestionar con un consenso amplio, sin partidismos; con profesionalidad e independencia; afianzar el pluralismo interno y dejar atrás la fragmentación corporativa. Pero, sobre todo, se trataba de hacer que RTVE contribuyese a crear una esfera pública sosegada, dialogante y sin polarización. Lo importante, pues, era lograr que RTVE acompañara la transformación del país, la profundización de la democracia, el avance de la ciencia, de la cultura y del bienestar social», subraya.

En este sentido, admite que conocía la «complejidad y dificultad de la tarea» y también que se trataba de un proceso de largo recorrido que requerían «una paciencia que muchos no tendrían».

Pérez Tornero fue elegido presidente el 25 de marzo de 2021, tomando así el relevo de Rosa María Mateo, elegida administradora provisional en julio de 2018 con idea de estar unos meses en el cargo mientras se realizaba un concurso público para elegir al nuevo Consejo de Administración. El proceso se fue dilatando y la periodista siguió más de 30 meses al frente de RTVE.

El proceso en el que se eligió a Pérez Tornero no estuvo exento de polémica y es que varios partidos minoritarios acusaron al PSOE, el PP, Podemos y el PNV de haber «pervertido» el proceso de selección o de haberse «repartido otra vez las sillas a la vieja usanza» tras alcanzar el pacto para la renovación del Consejo y hacer públicos los nombres de los elegidos antes de que se produjera su votación en el Parlamento. Tanto Ciudadanos como Vox se desmarcaron del acuerdo.