Para el grupo Stiga, el futuro de la jardinería requiere apostar hoy por la sostenibilidad

29/09/2022

Alberto Basso, de Stiga Ibérica. En 2021 invertimos 15 millones para crear robots inteligentes.

2020 supuso un punto de inflexión para los usuarios. Debido a los confinamientos, los españoles tuvieron que pasar mucho tiempo en su casa, momento en el que se dieron cuenta de que era necesario cambiar de espacio doméstico. Muchos optaron por abandonar las grandes ciudades y mudarse de casa, eligiendo una solución con zona exterior y jardín. Madrid cifró, en la primavera de 2020, en más de 5.000 los madrileños que habían abandonado la capital en favor de otras regiones. Por su parte, Barcelona perdió 13.094 empadronamientos en febrero de 2021.

Otras personas decidieron prestar más atención a los pequeños detalles, tanto de su casa como de sus zonas exteriores. Tanto es así que se estima que más del 60% de los hogares españoles consumen productos de jardinería, un mercado que alcanzó los 934 millones de euro en 2021, con un crecimiento del 4,5%.

Paralelamente a este mercado en completa progresión positiva, es importante advertir que el comportamiento de los usuarios también ha cambiado: ahora cualquier espacio exterior de la casa es perfecto para tener un lugar verde que requiera de los cuidados y las herramientas imprescindibles para conseguir y mantener los mejores resultados. En el grupo Stiga sabemos que adaptarse a esta nueva realidad y abogar por nuevas categorías de producto, como las herramientas de mano, significa apoyar al usuario, entender cuáles son sus necesidades y, principalmente, trabajar para que sean potentes, fáciles de manejar y sostenibles. Es lo que ocurre con los robots cortacésped Stig, que son capaces de trabajar de forma autónoma mientras, además, cuidan del césped.

Con la app Stiga.go, más control
Nadie lo puede negar: en el futuro de la jardinería la sostenibilidad será un valor fundamental. Apostar por fabricar herramientas para el jardín con emisiones cero implica, necesariamente, un aumento en la inversión en I+D. Para conseguir que las ventas del grupo Stiga crecieran un 28% en 2021, hemos hecho la mayor inversión en desarrollo de nuevas tecnologías. En concreto, 15 millones de euros, un 25% más que el año anterior, para hacer que los productos inteligentes robóticos marquen el futuro hacia el que quiere ir la compañía: una jardinería conectada, donde el usuario se pueda poner en contacto con su distribuidor desde la aplicación Stiga.go, incluso controlar el funcionamiento de la máquina, o tener en la palma de su mano un informe completo y detallado de la última sesión de corte. En definitiva, una tecnología que permite hacer un uso de la herramienta adaptado a las necesidades del usuario.

Además, la solución de alimentación por baterías de litio ePower es más necesaria que nunca, cuando el usuario demuestra su interés por reducir el impacto que sus acciones tienen en el medio ambiente. Por otro lado, la opción de poder utilizar la misma batería en diferentes herramientas no solo es un ahorro para el usuario, también supone que, con la misma batería, se puedan conseguir los resultados que un jardín necesita durante cualquier época del año.


Alberto Basso es director general de Stiga Ibérica, una de las 14 filiales del grupo Stiga constituida en 2021con sede en Madrid. El grupo opera en el mercado español desde hace más de 50 años a través de distribuidores, para proporcionar herramientas, maquinaria y equipos de jardinería. Presente en Europa más de 90 años, Stiga apuesta por la innovación para dotar de simplicidad a la jardinería.

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